No figuran en las listas oficiales de afectados por la okupación, pero los vecinos que residen en bloques de viviendas en los que hay pisos okupados también son víctimas de este fenómeno. Es el caso de Natalia, una vecina de Cartagena, que lleva años conviviendo con varios pisos okupados en su edificio

"Ahora hay cinco pisos en los que están viviendo okupas, pero ha llegado a haber once. Hay un clan que controla todos los pisos de la zona, los abre, cambia las cerraduras y 'vende' las llaves a otros okupas a cambio de determinadas cantidades de dinero. Sé que algunas llaves las han vendido por 600 euros", explica.

Narcopisos, insultos, suciedad... el día a día de unos vecinos afectados por la okupación: "Llevan perros peligrosos y nos amenazan"

Asegura que durante el último año ha vivido debajo de una auténtica montaña de basura, la que acumulaban las vecinas okupas que residían en el piso de arriba y que se marcharon hace un par de semanas.

 "El olor era insoportable, era una peste que se extendía por toda la escalera. Cuando se fueron y abrimos la puerta del piso, encontramos montañas de basura por todos lados y comida podrida", recuerda, subrayando que "incluso los okupas de los otros pisos querían que se fueran estas inquilinas porque no se podía soportar el mal olor".

Cedida

"En ese piso vivía una mujer con sus dos hijas adolescentes y otra mujer con dos bebés. Además, tenían cinco gatos y un perro. No tenían agua corriente e iban acumulando basura en todas las habitaciones", afirma Natalia. "Ni siquiera aprovechaban la comida que les daban en Cáritas porque encontramos latas de comida sin abrir y productos que habían caducado porque no los consumían. Todo estaba lleno de moscas y mosquitos por la cantidad de comida podrida que había", añade.

"Encontramos incluso las bolsas de los pañales cagados de los bebés porque ni siquiera los tiraban al contenedor de basura. Yo no podía ni abrir las ventanas de mi casa por la peste que llegaba del piso de arriba, que era insoportable". También denuncia que antes de marcharse del piso, las inquilinas "se llevaron la grifería, parte de la tarima y algunas ventanas".

Esta vecina de Cartagena incide en que han puesto "un montón de denuncias", pero ninguna administración se hace cargo del asunto porque muchos de estos okupas "son declarados vulnerables" y no se les puede echar del piso. 

"Yo ahora mismo no puedo ni vender ni alquilar mi piso porque el bloque está lleno de okupas. Eso está devaluando mi propiedad porque nadie quiere venir a vivir aquí", se lamenta.