La epidemia inflacionaria y el castigo para los endeudados que han supuesto las subidas de tipos de interés han obligado a apretarse el cinturón a millones de hogares en España. Pero entre los más vulnerables cada vez son más los que ya no tienen más agujeros en los que enganchar la hebilla. Según estima el Banco de España, en el país hay alrededor de 770.000 familias que no son capaces de satisfacer sus necesidades esenciales durante más de un mes, ni siquiera tirando de sus ahorros. 

Así queda reflejado en un informe del supervisor bancario en el que se analiza cómo ha impactado la inflación y las subidas de tipos de interés sobre las finanzas de las familias españolas. El 4,1% de los hogares españoles estaría ahora en esta situación, frente al 3,4% que se registraba antes de la pandemia. Esto implica que desde la pandemia hay 132.000 hogares más en una situación de especial fragilidad. Se trata de familias que, juntando sus rentas y los ahorros que tienen en su cuenta corriente, no alcanzan a cubrir sus gastos en alquiler, alimentación, suministros o el pago de su deuda durante más de un mes.

El paso previo a esta situación de extrema necesidad es tener que tirar de ahorros para ir solventando el día a día porque el sueldo, la pensión o las ayudas no dan. En esta tesitura se encuentran 1,7 millones de familias españolas (el 9%), a quienes su renta no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. En comparación con 2020, hay 376.000 familias más en esta situación por la inflación y las subidas de tipos.

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La situación de estas familias es la más desesperada de entre los 18,8 millones de hogares que tiene censados el Banco de España. Sin embargo, la inflación y las subidas de tipos han empobrecido a todos los hogares, reduciendo la capacidad de sus ahorros para cubrir las necesidades básicas en caso de que fuera necesario recurrir a ellos. 

Henar de Pedro

Así, el 60% de las familias españolas no tiene fondos en su cuenta corriente como para cubrir todos sus gastos esenciales durante un año en el caso hipotético de que perdieran su renta, por ejemplo, si se quedaran sin trabajo. Una situación que, para el Banco de España, "puede inducir a un freno del consumo de manera más generalizada". Este problema se agrava entre los casi cuatro millones de hogares que se encuentran en el escalafón más bajo de renta. El saldo de las cuentas corrientes de estas familias apenas alcanza a cubrir el 56% de su consumo esencial anual, mientras que en 2020 les alcanzaba para un 78%.

Los hipotecados a tipo variable, más vulnerables

La inflación se ha cebado con todos los hogares, aunque con especial saña con los de rentas bajas. Pero las subidas de tipos han empeorado la situación para 5,5 millones de familias con deudas a tipo variable (un 29,4% del total). Buena parte de ella, en forma de hipotecas que se han revalorizado.

La subida de tipos y la inflación han provocado que los ahorros en cuenta corriente de los hogares endeudados a tipo variable ya no sean capaces de cubrir todos los gastos esenciales durante un año en ningún grupo de renta. Sin embargo, los más damnificados han sido claramente las alrededor de 400.000 familias de renta baja que tienen deudas a tipo variable. En este grupo, los gastos en necesidades básicas están un 20% por encima de sus ingresos, y sus ahorros apenas alcanzan a cubrir el 20% de sus necesidades anuales.

"Los resultados presentados señalan la mayor vulnerabilidad de los hogares con menores ingresos ante el escenario inflacionista y de mayores tipos de interés, lo que podría recomendar la introducción de medidas de política económica focalizadas en apoyar a estos colectivos", señala el Banco de España.