El 99% de las mujeres dicen sentirse juzgadas en su entorno más cercano, familia y trabajo, por cómo ejercen de madres

  • Malasmadres denuncia que el mito de la madre perfecta sigue estando muy presente.
  • La autoexigencia, y no solo el entorno familiar o laboral, agranda la culpa en la maternidad.
  • Laura Baena: "No es nada fácil romper con lo establecido, romper las cadenas y gritar: sí, lo soy, soy Malamadre".
Una madre tiene en brazos a su bebé en una foto de archivo.
Una madre tiene en brazos a su bebé en una foto de archivo.
Ministerio de Seguridad Social vía Europa Press
Una madre tiene en brazos a su bebé en una foto de archivo.

Desde el mismo momento del embarazo, la culpa se instala en la mayoría de las madres y el sentimiento no les abandona en toda la crianza, denuncia un estudio del Club de las Malasmadres que ha indagado en la presión que reciben las mujeres cuando son madres y que, entre sus conclusiones, destaca que el 99% de las mujeres se siente juzgada por su entorno más cercano en su modo de ejercer la maternidad.  

De la encuesta, en base a 13.407 participantes y publicada este miércoles, se deduce que el 80% se siente juzgada por su propia familia, por otros padres o en el trabajo y que el 74%, tres de cuatro, creen que se espera que sean "madres perfectas".

En este sentido, el estudio denuncia que mucha de la presión que sienten las madres ahora es autoimpuesta. Por ello Laura Baena, presidenta de Malasmadres, ve "necesario romper con estos juicios autoimpuestos muchas veces por no ser la madre perfecta, por romper las normas de lo que se espera de una buena madre y vivir la maternidad con libertad".

Mujeres que se sienten juzgadas por cómo son madres
Mujeres que se sienten juzgadas por cómo son madres
MALASMADRES

Culpa desde el embarazo

Las mujeres comienzan a sentirse juzgadas desde el embarazo. Dos de cada cinco mujeres se han sentido juzgadas por el médico al verse presionadas por el control de peso recomendado. Pero también en el ámbito laboral, donde el 54% de las mujeres se ha sentido juzgadas durante el embarazo por su relación con el puesto de trabajo, ya sea por obtener la baja antes de término o por seguir trabajando hasta el final. Aunque el lugar donde comienza el juicio es en el entorno familiar: "El lugar que debería ser refugio se convierte en un espacio de juicio constante, hagamos lo que hagamos", concluye el estudio. Según Malasmadres, en la cultura española se confunde dar una opinión con hacer un juicio, incluso dañino.

Un posparto desbordado

La cosa empeora justo tras el parto. Seis de cada 10 mujeres declaran haber sentido malestar al vivir un posparto con emociones y altibajos, un nuevo estado emocional del que nadie les había advertido. De hecho, el 54% de las participantes afirma haberse sentido desbordada.

Elecciones como dar el pecho o biberón se convierte en un debate del entorno próximo con derecho a juzgar si se es más o menos madre por elegir una manera u otra de criar. La mitad de las mujeres (51%) se ha sentido cuestionada por elegir lactancia materna o de fórmula.

En estos momentos de gran agotamiento (físico y emocional) lo que las madres necesitan, es "apoyo de un entorno que no juzgue, que no se entrometa, pero que esté presente".

Autoexigencia en la crianza

La mayoría de las madres encuestadas, 6 de cada 10 madres, reconocen ser demasiado exigentes consigo mismas durante la crianza. Y es que el mito de la 'superwoman' aún sigue pesando, según la asociación Malasmadres. Esto conlleva que las mujeres quieren cumplir con ciertos cánones para evitar sentirse menos madres o malas madres. "Ese querer llegar a todo que nos impone la sociedad es uno de los obstáculos que más daño hace a las mujeres para vivir su maternidad con libertad porque siempre se sienten insuficientes", aseguran.

Entre las situaciones que más hacen a las madres sentirse juzgadas, se destacan en el estudio el dormir con el niño, no saber controlar las rabietas de un menor, el uso que hacen de las pantallas o la alimentación casera y de calidad que se ofrece a los niños y a las niñas.  

Para la asociación, estas cifras de su encuesta "obligarían a repensar el modelo de corresponsabilidad, no solo en el hogar, sino también en las empresas y en la sociedad, para que una mujer pueda tener menos carga de trabajo y dedicar tiempo a ellas mismas".

Corresponsabilidad irreal

La falta de tiempo para dedicarle a los hijos e hijas, y la carga mental derivada de las tareas del hogar y el cuidado son los dos factores que más impactan a las mujeres en la época de crianza. Más de la mitad de las mujeres (el 54%) se siente mal durante los primeros años de crianza por no estar todo el tiempo que desearían con sus hijos/as por las exigencias del mercado laboral. Por otro lado, el 65% dice sentir esa sobrecarga por ser quién gestiona el peso mental de asumir las tareas en casa, lo que pone de manifiesto la necesidad de una corresponsabilidad real.

Retos con la adolescencia

Pero los hijos crecen y, según los datos obtenidos, el mayor reto de las madres de adolescentes es enseñar a los hijo/as a hacer frente a la frustración o superar los errores, así lo afirman el 60% de las mujeres

con hijos mayores de 11 años. Y, en la misma línea, el 47% de las madres adolescentes reconoce que les supone un gran reto aceptar las emociones que sienten, aunque sean explosivas. Tampoco es reto menor, lo es para el 55%,  simplemente hablar con ellos "sin perder la calma".

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