El año 2000 fue una auténtica locura para el mundo del corazón, que vivía cómo una jovencísima Belén Esteban, de 25 años, era expulsada de la Finca Ambiciones por su dueño, su pareja y padre y su única hija, el torero Jesulín de Ubrique.

Un episodio que dio aún más fama a la 'princesa del pueblo', que no pudo evitar la persecución de los paparazzis. Así, una de las paradas habituales de la joven era la discoteca Buddha, un local que Esteban comenzó a frecuentar con el empresario Óscar Lozano, que tampoco era desconocido para los medios de comunicación.

Lozano había mantenido una relación sentimental con Carmen Morales, hija de Rocío Dúrcal y Antonio Morales Júnior, con quien incluso tuvo un hijo y, por ello, llegó a protagonizar varias portadas de la revista ¡Hola!

Pese a que la relación de Óscar y Belén no duró demasiado, el ruido que ambos hicieron aumentó aún más su popularidad. Sin embargo, pese a que su amor se acabase pocos meses después de comenzar su relación, ambos mantienen una buena relación. Prueba de ello es que Lozano fue invitado a la boda de Belén con su primer marido, Fran Álvarez, en 2008.

Sin embargo, después de esto, Óscar Lozano dejó de suscitar interés para los medios de comunicación, por lo que se le perdió la pista. Desde 2021, el empresario trabaja como gerente en un concesionario ubicado en Pozuelo de Alarcón, donde vive.

Así, Óscar Lozano lleva una vida de lo más discreta, por lo que se desconoce si tiene o no pareja. Lo que sí es cierto es que su debilidad es su hijo, Christian. Su última aparición en televisión fue en el año 2019, cuando fue invitado a Viva la vida.