Los sindicatos CSIF y Satse han alertado de la "saturación" que sufre el servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Valencia, un problema que no es nuevo, ya que viene repitiéndose en diferentes oleadas en los últimos meses. Aunque entonces se apuntó a las enfermedades respiratorias como desencadenantes de la presión asistencial, la llegada del verano ha vuelto a poner de manifiesto lo que desde los sindicatos consideran una situación "crónica", por lo que exigen más personal y un ajuste de la actividad quirúrgica a las posibilidades reales del centro sanitario.

Según han denunciado este miércoles, ayer martes por la mañana había 55 pacientes en las salas de Observación y Preingreso, con esperas medias de 48 horas para ser ingresados en planta. CSIF reclama "soluciones inmediatas" mientras Satse afirma que la gerencia "siguen sin dar respuesta" a sus escritos.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explicó que en la sala de Observación A se hallaban por la mañana 13 pacientes, con una media de espera para ser ingresados en planta de 48 horas. En Observación B la situación era similar, con 14 pacientes y 44 horas por término medio. En Observación C aguardaban 10 personas para tener cama, mientras que ocho lo hacían en Preingreso 1.

El sindicato relató que la elevada cifra de pacientes que necesitan ser ingresados y la falta de camas en planta provocan que, de nuevo, haya tenido que habilitarse la unidad técnico-quirúrgica (UTQ) como sala 2 de Preingreso. El martes por la mañana había 10 pacientes ingresados, con 42 horas de media de espera para ser trasladados a planta.

Según fuentes de Satse, la situación llegó a tal punto que ayer había un paciente oncológico que llevaba en Urgencias "más de 50 horas" esperando una cama en planta. Estas mismas fuentes explicaron que "para sobrellevar la situación, se han instalado en Urgencias camas provisionales donde se ha podido". La distancia entre dos camas es "apenas lo necesario para que el paciente pueda levantarse, y no sería suficiente para acercar un carro de paradas y atender al paciente en caso de alguna urgencia vital", indicaron. "No existe intimidad ni cotas mínimas de dignidad", añadieron desde la organización sindical. Según sostienen, las quejas de los pacientes al personal de Urgencias por las condiciones en las que están "son continuas".

Además, denuncian que la gerencia "sigue sin dar respuesta a los escritos que, desde el Sindicato de Enfermería, se les remiten informando sobre la situación de las Urgencias y del hospital en general. Lo único que se repite desde la Gerencia es que la situación es estacional, pero lo cierto es que la situación es crónica", afirmaron. 

Según los registros de Satse de la pasada semana, el 25 de junio había pacientes más de 52 horas para ingreso, el 24 de junio más de 64 horas, el 23 de junio más de 61 horas. "Una situación caótica se vivió el 13 de junio, cuando, a las 20.00 horas de la tarde, había un paciente esperando cama en planta más de 80 horas y 38 pacientes más esperando cama. La mañana de ese día se atendió a más de 26 enfermos con código naranja, es decir, de una prioridad alta o emergencia", apuntaron desde el Sindicato de Enfermería. Pese a todo, las Urgencias "continúan con el mismo personal, que es la mitad lo que recomienda el Ministerio de Sanidad para unas Urgencias que atiende esa cantidad de población", añadieron.

CSIF, por su parte, lamenta que Sanidad "no haya adoptado medidas ante una situación que se repite". El sindicato exige un plan de choque inmediato para frenar la saturación que sufre el servicio de Urgencias y paliar el déficit de camas en planta.