¿Te gustaría tener unas ventanas y unas persianas relucientes y libres de polvo y suciedad? Si la respuesta es sí, entonces este artículo es para ti. Te vamos a enseñar cómo limpiar las ventanas y las persianas por fuera de forma fácil y efectiva. 

Cómo limpiar las ventanas por fuera

Existen diferentes enfoques según el tipo de ventana que tengamos:

En el caso de las ventanas correderas, es posible retirar toda la estructura de la hoja de los raíles para poder limpiar ambos cristales de forma segura. Desmontar las ventanas correderas facilita el acceso a todas las superficies de los cristales, lo que permite una limpieza más completa.

Las hojas se pueden abrir hacia dentro o hacia afuera. En el caso de abrirse hacia dentro, son las más sencillas de limpiar por ambos lados del cristal y no entrañan ningún misterio, pero si se abren hacia afuera, existen varias soluciones prácticas.

Una opción es utilizar palos telescópicos con un cabezal de limpieza en el extremo. Estos palos permiten alcanzar los cristales alejados y limpiarlos eficientemente. Otra alternativa son los robots limpiacristales, dispositivos automatizados que se adhieren a los cristales y los limpian de manera autónoma.

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También se pueden utilizar limpia cristales magnéticos, que se componen de dos partes magnéticas que se colocan en ambos lados del cristal, permitiendo limpiar el exterior mientras se manipula la parte interior de forma segura desde dentro. Estos dos últimos métodos también son los más aconsejables en el caso de ventanas fijas, que no permiten su apertura. 

Al utilizar cualquier método para limpiar los cristales de las ventanas por fuera, se deben seguir las instrucciones de seguridad y utilizar los equipos adecuados. Además, es recomendable realizar estas tareas en un día soleado y sin viento, ya que las condiciones climáticas pueden afectar la efectividad de la limpieza.

Cómo limpiar las persianas por fuera

Abre el cajón de la persiana con cuidado. Asegúrate de utilizar una escalera o plataforma segura para alcanzar el lugar.

Prepara una solución de agua jabonosa suave y utiliza una esponja para limpiar el interior del cajón. Frota suavemente las superficies, asegurándote de llegar a todos los rincones. Si es necesario, utiliza un cepillo pequeño para llegar a áreas de difícil acceso.

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Para limpiar las lamas de la persiana que dan al exterior, sube gradualmente la persiana utilizando la cinta. A medida que subas, irás teniendo acceso a los tramos exteriores de las lamas que se enrollan en el interior del cajón.

Utiliza un cepillo suave para quitar el polvo de las lamas y luego limpia con un trapo humedecido en agua jabonosa. Asegúrate de limpiar las ranuras entre las lamas con cuidado.

Para limpiar la zona inferior de la persiana, baja la persiana a una altura segura desde la cual puedas sacar el brazo por fuera de la ventana sin poner en peligro tu integridad física. Limpia esa zona utilizando un trapo humedecido y luego seca con otro paño seco.

Una vez hayas limpiado las ventanas, el cajón y las lamas por ambos lados, vuelve a enrollar la persiana para despejar las guías junto al marco de la ventana. Utiliza un trapo para retirar la suciedad acumulada en las guías y aspira cualquier residuo restante en los recovecos. Ahora, definitivamente, ya puedes cerrar el cajón de la persiana.

Siguiendo estos pasos y consejos, podrás limpiar las ventanas y las persianas por fuera de forma eficiente y segura, sin necesidad de desmontarlas ni de arriesgarte a caerte. Así, podrás disfrutar de unas ventanas y unas persianas relucientes y libres de polvo y suciedad por ambos lados.