Como una estrella de cine o el líder de una banda de rock de moda. Así abandonó este domingo de madrugada Yevgeny Prigozhin la ciudad de Rostov, donde sus mercenarios se habían hecho fuertes, tras su frustrado intento de toma de Moscú este sábado.

Prigozhin, de 62 años, se mostró muy sonriente mientras los ciudadanos le pedían autógrafos, se hacían selfis con él y estrechaban su mano como si de un héroe se tratase. Una imagen, en todo caso, alejada de la de un rebelde derrotado.

Sentado en el asiento trasero de un 4x4 negro, Prigozhin no dudó en hacerse fotos con quien se lo pedía, mientras otros le aplaudían y coreaban el nombre de su grupo de mercenarios.

Los ciudadanos de Rostov también posaron con tanques y carros de combate ilustrados con la letra Z mientras los aplaudían en su retirada. En cambio, dedicaron gritos de "¡Vergüenza!" y "¡Traidores!" a las unidades policiales que llegaron a Rostov después de la partida de las tropas de Wagner.

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Después de este improvisado desfile de celebración, el paradero de Prigozhin sigue siendo desconocido el domingo después de que abandonara Rostov del Don.

En principio, se cree que parte del acuerdo consiste en que Prigozhin sea exiliado a Bielorrusia, a cambio de no ser procesado por traición por el estado ruso, algo que se hará extensible a sus tropas.