Si no hubiera sido por la mafia, probablemente jamás se hubiera celebrado el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+ el 28 de junio. La afirmación es cuanto menos sorprendente, pero no le falta verdad. Fue la mafia de Nueva York la que reconvirtió el bar Stonewall Inn, frecuentado por heterosexuales en la década de los 50, en un bar gay en pleno barrio neoyorkino de Greenwich Village.
Sin esa transformación, probablemente la historia hubiera sido diferente. Y es que Stonewall Inn es el epicentro de un sismo que marcó un antes y un después en la lucha de los derechos del colectivo LGTB (hoy en día agrupa a más colectivos bajo las siglas LGTBIQ+).
El motivo por el que el 28 de junio se celebra el día del orgullo gay
Hasta la compra en 1966 del pub Stonewall Inn, este local neoyorkino había sido frecuentado exclusivamente por heterosexuales. Sin embargo, tras la compra por parte de la mafia, se transformó en un 'club de bebidas' privado. Fue la fórmula perfecta para poder evitar la prohibición de servir alcohol sin licencia.
Sin embargo, durante la madrugada del 28 de junio de 1969, fuerzas policiales de Nueva York se presentan por sorpresa en el pub Stonewall Inn. Nadie esperaba nada. La mafia, de la mano de 'Tony el Gordo', que era el gestor principal del bar, sobornaba semanalmente a la policía de la ciudad. A cambio de unos 2.000 dólares, la mafia obtenía avisos de posibles redadas. Así se anticipaban ante cualquier intervención. Pero eso no frenó la redada del 28 de junio. Quienes irrumpieron en Stonewall Inn eran federales.
Las redadas eran algo 'habitual' en esos años. Normalmente, se arrestaba a las personas sin documentación, pero esa noche todo fue diferente. Los federales comenzaron a detener a personas por razones tan sorprendetnes como no llevar un mínimo de tres prendas, como marcaba la ley por su género. Eso provocó una reacción en cadena y los ánimos se caldearon rápidamente. Clientes del bar abuchearon a la policía y el número de personas que se agrupó en la calle en torno a Stonewall Inn cada vez era más grande. Fue entonces cuando empezaron los primeros incidentes. Golpes, represión policial, lanzamientos de objetos contra la policía por parte de la comunidad gay que estaba protestando contra las detenciones... los disturbios de Stonewall duraron varias horas. El incidente acabó con una treintena de detenidos y cuatro policías heridos.
Esa noche fue el inicio de todo. Y es que las protestas no se limitaron a la noche del 28 de junio. Al día siguiente las protestas continuaron y volvieron a reproducirse los enfrentamientos entre miembros de la comunidad LGTB y la policía (esta vez se habían desplegado hasta antidisturbios). Pasaron varios días de relativa calma hasta que, durante la jornada del miércoles, volvieron los disturbios: golpes, botellas convertidas en proyectiles, contenedores ardiendo.... Esa fue la última noche con incidentes.
Fue así como los disturbios de Stonewall del 28 de junio y días posteriores se convirtieron en una fecha señalada en el calendario. Un hito para la comunidad LGTB que marcó el inicio de una lucha sostenida, constante e imparable por sus derechos. El silencio de tantos años, dentro y fuera de la comunidad gay, dejó de ser silencio. La represión, la injusticia y la ignorancia fue enfrentada y, poco a poco, se consiguieron esos pequeños y grandes avances que disfrutamos hoy en día.
Por eso, cada año, el día del orgullo gay se celebra oficialmente el 28 de junio (independientemente de las fiestas). Para conmemorar y reconocer la valentía de unos ciudadanos que, una noche como otra cualquiera, comenzaron a soñar hacia fuera, romper silencios y reconquistar su libertad.
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