Los familiares de las víctimas del submarino Titan podrían denunciar a la empresa Oceangate Expeditions, organizadora de la expedición a los restos del Titanic, a pesar de la descarga de responsabilidades que firmaron los tripulantes del sumergible antes de iniciar su viaje.

Así lo asegura el abogado y experto en derecho marítimo, Matthew D. Shaffer, en declaraciones a la agencia Reuters: "Si hubo aspectos del diseño o la construcción de esta embarcación que se ocultaron a los pasajeros o si se operó a sabiendas de que esa embarcación no era adecuada para esta inmersión, eso iría absolutamente en contra de la validez de la exención de responsabilidad".

Los cuatro turistas que iban a bordo del Titan, además del piloto de la nave, firmaron un documento en el que eximían a la empresa organizadora del viaje de cualquier responsabilidad en caso de accidente, tal y como reveló el diario británico Daily Mail.

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"Este buque experimental no ha sido aprobado ni certificado por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte", se podía leer en el documento que aceptaron y firmaron los tripulantes, según señaló el rotativo londinense.

Pero a pesar de esa descarga de responsabilidades, en los últimos días se han revelado indicios que apuntan a que el Titan no estaba preparado para descender a tanta profundidad y que su estructura tenía carencias que podían poner en riesgo a la tripulación.

En caso de que se confirmen ese tipo de deficiencias, la empresa Oceangate Expeditions podría haber cometido una negligencia y la descarga de responsabilidad no tendría efecto, según ha señalado este experto en derecho marítimo.

"Hay muchos ejemplos en los que familiares han podido reclamar a pesar de las exenciones, pero hasta que no sepamos qué ha ocurrido exactamente, no podemos determinar si se aplican las exenciones en este caso", ha indicado otro letrado en Reuters.

Los demandantes podrían apoyarse en los fallos de seguridad denunciados en 2018 por un extrabajador de Oceangate, quien reveló "graves preocupaciones de seguridad" en ese tipo de sumergibles, pero sus requerimientos no fueron tenidos en cuenta.

En caso de que esas demandas prosperen, Oceangate Expeditions y su empresa aseguradora podrían tener que hacer frente a indemnizaciones millonarias a los familiares de las víctimas y, además, hacerse cargo del elevadísimo coste del operativo de rescate desplegado para localizar al Titan.

El cofundador de Oceangate rechaza las críticas

El emprendedor Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, rechazó este viernes las críticas sobre la seguridad de la compañía. En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, Söhnlein, estadounidense de origen argentino, que dejó la empresa hace diez años aunque aún posee una participación minoritaria en ella, dijo que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titan no están "totalmente informados".

"Las personas no hacen más que equiparar certificación con seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán", lamentó. Según él, "cualquier experto que sopese esto, incluyendo al director de cine James Cameron, también admitirá que no estaban cuando se diseñó el sumergible, durante el proceso de ingeniería del sumergible, durante la construcción del sumergible y, con seguridad, tampoco cuando se llevó a cabo el riguroso programa de pruebas al que se sometió el sumergible".

Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto "una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica" si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano "conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo".