Así fue la graduación de Irene Urdangarin en Ginebra: vestida de modo informal y muy emocionada por juntar a toda su familia

Irene Urdangarin sale del hotel de Ginebra para asistir a su graduación junto a su prima Victoria Federica y su abuela paterna, Claire Liebaert.
Irene, momentos antes de su graduación, vestida de Zara, con su abuela y su prima.
Getty Images
Irene Urdangarin sale del hotel de Ginebra para asistir a su graduación junto a su prima Victoria Federica y su abuela paterna, Claire Liebaert.

La graduación de Irene Urdangarin, el pasado 16 de junio, ha dejado imágenes únicas de cómo fue el gran momento de la joven, rodeada de toda su familia, amigos y muchos alumnos como ella, que recibieron su título en la plaza central de la Escuela Internacional de Ginebra (Ecolint), en medio de una gran emoción.

La revista Hola publica buena parte de estas fotografías, en las que aprecia la felicidad y naturalidad de la joven protagonista. Irene iba vestida de manera muy informal, con una blusa de seda sin mangas de color beis y un pantalón tipo palazzo, también en seda, muy a la moda. Llevaba en la muñeca pulseras de colores de tela y de cuentas y su melena rubia suelta sin más. 

Sus abuelos maternos, los reyes eméritos, se sentaron enfrente de sus hijas Cristina y Elena, que estaban entre el público, justo detrás de la mesa donde se encontraban los diplomas. Ello facilitó que doña Sofía, siempre espontánea y cariñosa con sus nietos, se acercara a su nieta cuando recibió el suyo para felicitarla con efusión. 

La madre de Irene, Cristina, vestida con un colorido vestido en rosa y azul, se sentó junto a su exsuegra, Claire Liebaert, con la que sigue manteniendo una cordialísima relación, como con una segunda madre. En la misma fila estaban los tres hermanos de Irene, Juan, Pablo y Miguel, vestidos todos de manera informal, y su primo Froilán con traje y corbata de lunares, llegado desde los Emiratos Árabes junto a su abuelo Juan Carlos. Froilán colabora con la organización de la cumbre del clima COP28 de Dubai y se muestra más comedido y reservado que en meses anteriores.

Detrás, muy feliz y haciendo fotos sin parar, se sentó Iñaki Urdangarin, con americana azul y camisa blanca, con quienes los reyes eméritos no se veían desde que hace cinco años viajaran también a Ginebra para celebrar el 50 cumpleaños de su entonces yerno. Iñaki ingresaría poco después en prisión por el caso Nóos.

A pesar de que su ruptura con la infanta tras conocerse su romance con la abogada Ainoha Armentia fue motivo de mucho pesar y malestar en los Borbón, Iñaki y sus exsuegros se saludaron de manera cordial y compartieron la cena que su exmujer organizó para sus hijos y sus padres el día anterior a la graduación en el hotel Four Season Des Bergues. Este establecimiento es el que tradicionalmente eligen desde siempre Juan Carlos y Sofía cuando tienen que permanecer en la ciudad suiza por razones familiares o de trabajo.

La infanta quiso que su hija menor, que cumplió 18 años el pasado 5 de junio, tuviera una celebración excepcional, mejor que la que tuvieron sus otros hijos, dado que cuando Juan y Pablo se graduaron su padre ya había ingresado en la cárcel. Y cuando lo hizo Miguel, estábamos en plena pandemia y no hubo ningún festejo.

Para ello, además de su familia más próxima, asistieron a la ceremonia, entre otros invitados, la mejor amiga de la infanta Cristina, Cristina de Borbón y Orleans (tía de la novia del alcalde de Madrid, Teresa Urquijo), y Rosario Nadal, otra íntima de la infanta, quienes se sentaron junto a la infanta Elena (con sombrero y flor en el ojal) y Victoria Federica, tía y prima hermana de Irene, con un estilismo blanco y a rayas muy moderno y desenfadado.

Las dos primas, que a pesar de llevarse cinco años se entienden de maravilla, se dejaron ver en los días siguientes en el centro de Ginebra compartiendo conversación, abrazos y cervezas. Aunque Irene admira mucho a Victoria, que se ha convertido en la primera influencer de la familia real en temas de moda, el futuro de la joven graduada pasa por la hostelería. 

De hecho, Irene respondió brevemente a unas preguntas de periodistas y confirmó que se quiere centrar en esos estudios, que seguirá en la prestigiosa escuela de Lausana, una de las mejores del mundo especializada en gestión hotelera. Irene recibirá sus notas definitivas el próximo 6 de julio y aunque este curso ha necesitado de algo de ayuda para superarlo, se espera que lo apruebe todo.

Irene, a la que nunca habíamos oído hablar en público, contestó también cuando la reportera le preguntó qué había sido lo mejor de su graduación: "La familia" respondió la joven. Una respuesta que resume perfectamente lo que ha sido su final escolar: ni puesta de largo, ni fiesta. Simplemente, una reunión entre sus seres más queridos. La infanta e Iñaki, que habrían redactado ya los términos de su divorcio, han pulido la tensión que mantuvieron cuando se conoció su separación, en enero de 2022. Se han visto varias veces y siempre han tratado de mantener la cordialidad y la amabilidad por el bien de sus cuatro hijos, mu unidos a ambos.

Para rematar estos días de agotadora alegría, Irene acudió al lago de Ginebra unos días después de la ceremonia con sus amigas. Se dejó ver en biquini, muy relajada y divertida, comiendo helados y riéndose, según publica la revista Semana.

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