La actriz Collen Ballinger, conocida por su faceta de youtuber llamada Miranda Sings, está recibiendo graves consecuencias después de que numerosos de sus fans más cercanos hayan revelado las vejaciones que han sufrido estando cerca de ella. 

La personalidad de internet lleva varias semanas protagonizando una grave polémica en la que está siendo acusada de haber enviado ropa interior a fans menores de edad, haberles preguntado sobre sexo o haberles humillado en público. 

Aunque no es la primera vez que este tipo de acciones salen a la luz, esta vez sí han tenido consecuencias. Además de perder más de 100.000 suscriptores en YouTube, ha comenzado a perder su relación con importantes marcas. 

Tras las incontables y diversas pruebas con la que muchos adolescentes la están acusando de pedofilia, al menos dos marcas que promocionaban su pódcast la han dejado de lado. 

La empresa OneSkin ha publicado un comunicado asegurando que el comportamiento de Colleen les ha "dejado sin palabras" y "no lo apoyan de ninguna manera". 

La youtuber llevaba más de una década dedicándose a hacer vídeos de parodia en Internet y, hace unos años, también comenzó a mostrar la vida privada y la de su hijo pequeño con su nombre personal para continuar su éxito. 

Pasó por un divorcio y se aprovechó por completo de sus fans en ese momento, contándole todos los detalles y actuando como si fueran sus únicos amigos. Algunos de ellos incluso llegaron a trabajar gratis para ella. 

Al mismo tiempo comenzó a hacer shows en directo como Miranda Sings. En estos eventos, varios fans han mostrado como se sintieron abusados al subir al escenario para que ella se riera de ellos. 

Además, cuando las primeras alegaciones de abuso salieron a la luz, Colleen incluyó una escena donde animaba al resto de sus fans a acosar al joven que había destapado sus acciones detrás de las cámaras. 

Ha sido este mismo chico, Adam Mcintyre, el que ha vuelto a sacar todas las pruebas a la luz y, esta vez, ha conseguido la suficiente atención para generar un torrente de críticas que han ayudado al resto de fans a dar un paso al frente y compartir su experiencia traumática. 

Hasta ahora, Colleen controlaba tanto a sus seguidores por redes sociales que, cualquier persona que la criticara, recibía meses de acoso online que desalentaba al resto a contar su historia.