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¿Qué fue de la mítica Sala de Ámbar? Tesoro de los zares, perdida por los nazis... y 'octava maravilla' que podría ser ahora recuperada

Así era la Sala Ámbar
Así era la Sala Ámbar
20minutos
Así era la Sala Ámbar

La Cámara o Sala de Ámbar estuvo considerada en su día la "octava maravilla del mundo". Fue un espacio destacado dentro del palacio de Catalina de la Villa de los Zares, en San Petersburgo, por estar decorado con paneles de ámbar respaldados con pan de oro y espejos. Pero tanto brillo se "perdió" durante la Segunda Guerra Mundial, después de que los alemanes intentaran llevársela de Königsberg, a donde la habían trasladado.

Ahora un grupo de "cazatesoros" dicen haber hallado pistas que llevarían hasta la mítica sala. Un grupo polaco ha encontrado restos de raíles y vagonetas en Mamerki, localidad en el noreste de Polonia donde los nazis instalaron su cuartel general. Se cree que allí podría ocultarse la mítica Cámara de Ámbar.

De oro y diamantes

Construida en el siglo XVIII en Prusia, la Sala de Ámbar estaba originalmente destinada al palacio de Charlottenburg, pero finalmente se dispuso en el palacio de la ciudad de Berlín. Permaneció allí hasta 1716, cuando fue donada por el rey prusiano Federico Guillermo I a su entonces aliado el zar Pedro el Grande del Imperio ruso.

Imagen de la Sala de Ámbar original del del palacio de Catalina, tomada en 1931 y coloreada a mano.
La sala en el palacio de Catalina, en foto de 1931 coloreada a mano.
WIKIPEDIA/Branson DeCou

Del diseño se encargaron el escultor barroco alemán Andreas Schlüter y el artesano del ámbar danonoruego Gottfried Wolfram. Ambos trabajaron en la cámara hasta 1707, cuando los maestros del ámbar Gottfried Turau y Ernst Schacht continuaron su labor en Danzig (la hoy Gdansk polaca).

La Sala de Ámbar del palacio de Catalina cubría más de 55 m² y contenía más de seis toneladas de ámbar

En Rusia, la estancia se instaló en el palacio de Catalina, cerca de San Petersburgo. Después de una expansión y varias renovaciones, cubría más de 55 m² y contenía más de seis toneladas de ámbar, a través de paneles de hasta 450 kilos. En su interior hubo además pan de oro, gemas, espejos, partes chapadas en oro y estatuas de ángeles y niños.

Palacio de Catalina, cerca de San Petersburgo.
Palacio de Catalina, cerca de San Petersburgo.
WIKIPEDIA/Florstein

Cómo se "perdió"

Durante la Segunda Guerra Mundial, los conservadores soviéticos responsables de la retirada de los tesoros artísticos de Leningrado (antes San Petersburgo) intentaron desmontar y retirar la Sala de Ámbar. Pero el ámbar se había secado y vuelto quebradizo: era imposible mover la sala sin destrozar el ámbar. Los expertos decidieron entonces ocultarla tras papel pintado para intentar engañar a los nazis si es que llegaban a tomar la ciudad.

Los alemanes llegaron y el truco no funcionó. Soldados del Grupo de Ejércitos Norte del Tercer Reich desmontaron la Cámara de Ámbar en 36 horas bajo la supervisión de expertos. El 14 de octubre de 1941, la estancia fue trasladada a Königsberg (actual Kaliningrado) para su reconstrucción y exhibición en el castillo de la ciudad.

Pero la guerra continuaba y ahora cambiaba de signo. En agosto de 1944, Königsberg fue duramente bombardeada por la RAF británica y al año siguiente sufrió más daños a manos de la artillería rusa, que finalmente ocuparía la ciudad en abril de 1945.

Castillo de Königsberg (actual Kaliningrado) a principios del siglo XX.
Castillo de Königsberg (actual Kaliningrado) a principios del siglo XX.
WIKIPEDIA

Antes, en los inicios de aquel año, Hitler ordenó trasladar las posesiones saqueadas y almacenadas en esa ciudad. El equipo del arquitecto Albert Speer, ministro de Armamentos, se disponía a transportar todos los bienes culturales.

Sin embargo, antes de que se pudiera desmontar y trasladar la Cámara de Ámbar, el responsable de la administración civil de Königsberg huyó. Quedó al mando el general Otto Lasch, quien sin embargo bastante tuvo con defender la ciudad y mantener el orden ante la avalancha de refugiados que huían del avance del Ejército Rojo.

Desaparición y misterio

Desde entonces, nada se ha sabido de la maravillosa estancia. Hubo testigos que dijeron haber visto la famosa sala cargada a bordo del 'Wilhelm Gustloff', un barco que fue torpedeado y hundido por un submarino soviético en 1945.

En 1988, una expedición soviética llevó a cabo una búsqueda exhaustiva del tesoro basándose, supuestamente, en testimonios de antiguos prisioneros de guerra nazis. No tuvo éxito.

Sala Ámbar
Imagen tomada en 1917 en la Sala de Ámbar original.
Andrey Zeest / Wikipedia

En 1997, se encontró en Alemania un mosaico de piedra italiana "Siente y toca" que formaba parte de un conjunto de cuatro piedras que habían decorado la Sala del Ámbar, en posesión de la familia de un soldado que afirmó haber ayudado a empaquetar la Cámara de Ámbar.

Al año siguiente, dos equipos distintos, uno alemán y otro lituano, anunciaron que habían localizado la sala, pero ninguno de los lugares que propusieron resultaron contener el tesoro. En 2004, una larga investigación de dos periodistas británicos llegó a la conclusión de que lo más probable es que la estancia hubiera quedado destruida cuando estuvo en el castillo de Königsberg por los bombardeos que sufrió. A la misma conclusión llegaron las evaluaciones oficiales rusas.

La ciudadela de Mamerki

Ahora, los "cazatesoros" polacos han hallado restos de raíles y vagonetas en el complejo de Mamerki. Fue construido entre 1940 y 1944 y en sus más de 230 edificios albergó el Cuartel General de las Fuerzas Terrestres alemanas durante la II Guerra Mundial.

En la ciudadela de Mamerki estaban destinados 40 generales nazis y más de 1.500 soldados. El conjunto constaba de varios búnkeres, posiciones de defensa, una oficina de correos, establos e incluso un cine, un hospital, una sauna y un casino.

La Sala de Ámbar reconstruida en el palacio de Catalina.
La Sala de Ámbar reconstruida en el palacio de Catalina.
WIKIPEDIA/giggel

Un tesoro y su réplica

La Cámara de Ámbar era un auténtico tesoro arquitectónico. Las estimaciones modernas de su valor varían de los más de 130 millones de euros de 2007 a más de 460 que se calculó en 2016. Hoy nos conformamos con su réplica.

En 1979, se emprendieron esfuerzos para reconstruirla en la Villa de los Zares. En 2003, después de décadas de trabajo de artesanos rusos y donaciones de Alemania, se inauguró la Sala de Ámbar reconstruida en el palacio de Catalina.

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