Una niña de 11 años fue asesinada a tiros en el jardín de su casa en Francia después de que el trabajo de jardinería de su padre avivara una larga disputa vecinal, dicen los fiscales.

La pequeña Solenne Thornton fue asesinada jugando fuera de su casa en Saint-Herbot, un pueblo cerca de Quimper, en Bretaña, la noche del sábado.

Al parecer, un vecino holandés de 71 años efectuó varios disparos que alcanzaron a Solenne y a sus padres.

Su hermana Celeste, de ocho años, no resultó herida y consiguió dar la voz de alarma.

Las autoridades locales declararon que había habido problemas entre los vecinos por un seto y un terreno.

El fiscal Camille Miansoni declaró a la prensa que "el padre de la familia estaba haciendo trabajos de jardinería en los setos que separan las dos propiedades, lo que agravó la situación".

"Más tarde, el sospechoso cogió un rifle y se efectuaron entre tres y cuatro disparos que alcanzaron a las tres víctimas", explicó.

Miansoni informó que hasta el momento no había pruebas de que el sospechoso tuviera problemas psicológicos o de que hubiera apuntado específicamente a la niña.

Según la cadena de televisión France 3, el padre de Solenne, Adrian Thornton, se encuentra en estado crítico, mientras que su madre, Rachel, tiene heridas que no ponen en peligro su vida.

Se cree que la familia había vivido en la propiedad durante cuatro o cinco años, y ambas niñas nacieron en Francia.

Según la fiscalía, el sospechoso ha sido detenido como presunto autor de la muerte de las niñas. Al parecer, su esposa también está detenida.

Yannick, un vecino de la zona, declaró al periódico regional Le Telegramme de Brest: "Oímos los golpes y pensamos que eran niños jugando con petardos. "Luego la niña corrió a casa de un vecino diciendo: 'Mi hermana está muerta, mi hermana está muerta'".