Los vecinos de Vallecas, en vilo por la falta de alternativa a la L1 de metro a pocos días de su cierre: "Es un auténtico despropósito"

Imagen de archivo del andén de la L1 en la estación de Atocha.
Imagen de archivo del andén de la L1 en la estación de Atocha.
Metro de Madrid
Imagen de archivo del andén de la L1 en la estación de Atocha.

Hace más de siete meses que se conoció que Metro de Madrid estaba preparando una renovación integral del trazado sur de la línea 1 (L1) entre las estaciones de Sol y Valdecarros. Ya entonces se dijo que la dimensión de los trabajos implicaría una fase de clausura del suburbano de hasta cuatro meses y en noviembre de 2022 se informó que estas labores se harían coincidir con el verano, la época en la que la demanda suele descender. Ya iniciado junio, y a las puertas de la época estival, ni la Consejería de Transportes ni la empresa pública han comunicado la fecha de la interrupción del servicio ni del plan alternativo de movilidad.

Este lunes, algunas fuentes sindicales situaron el cierre el sábado 24 de junio, pero el Gobierno regional en funciones no confirmó. La única información que de momento ofrecen desde Transportes es que la Comisión Delegada del Consorcio Regional de Transportes se reunirá esta semana para concretar el plan alternativo de movilidad. En este dispositivo se concretarán los detalles del servicio especial de buses de la EMT que se pondrá en marcha cuando los trenes dejen de circular por el tramo de 18 estaciones entre Sol y Valdecarros.

La falta de información sobre el día de cierre y, sobre todo, sobre las alternativas de transportes, mantiene en vilo a las más de 350.000 personas que residen en Puente y Villa de Vallecas, ya que la L1 es la espina dorsal del transporte en estos dos distritos. "Es un auténtico despropósito", resume Jorge Nacarino. Este portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Vallecas Puente y Villa afirma que llevan más de un mes pidiendo al departamento que dirige David Pérez que les facilite los planes que baraja ante el cierre y no han tenido respuesta. 

"Nadie en su sano juicio está en contra de unas obras de mejora", asevera Nacarino, que insiste en que las principales quejas de los vecinos pasan por la opacidad que está imprimiendo la Comunidad a las obras de la L1, rehusando facilitar con antelación cuáles serán las alternativas al suburbano. "Está todo el mundo bastante enfadado", comenta Rosa María Pérez, presidenta de la asociación PAU Ensanche de Vallecas. "No piensan que hay miles de personas pendientes de esto", lamenta. 

"No hablamos de días, sino de meses", recuerdan tanto Pérez como Nacarino. Y es que en los pliegos de contratación de los trabajos, Metro estimaba en un máximo de 129 días -algo más de cuatro meses- el cierre del servicio. Esto complica la búsqueda de alternativas de transporte para los trayectos laborales, educativos o de ocio de miles de madrileños. 

Desde la coordinadora vecinal de los distritos afectados recuerdan que la L1 ya sufrió una interrupción del servicio de varios meses en 2016 pero entonces, explica su portavoz, los planes de transporte se comunicaron con mayor antelación. "Ahora ya se llega tarde", lamenta Jorge Nacarino.

La ausencia de las alternativas de movilidad cuando restan unos pocos días para el cierre no es la única queja de los vecinos. En Puente y Villa de Vallecas temen que la principal propuesta de la Comunidad sea únicamente un servicio de autobuses de la EMT que discurra por la avenida de la Albufera. "No es una solución real", se queja Nacarino, que avisa que esta vía ya está "saturada" de tráfico rodado y aumentar el número de autobuses complicaría, y demoraría, sobre manera los trayectos. 

El portavoz vecinal explica que le hubiese gustado que la consejería escuchara a los vecinos, pues tienen propuestas para evitar el colapso de la movilidad en sus distritos. Un refuerzo de las líneas de Cercanías que pasan por Puente y Villa de Vallecas o poner lanzaderas a puntos como Conde de Casal, Méndez Álvaro y Moratalaz son algunas de ellas. "El servicio de la EMT no suple al metro", remarca Rosa María Pérez, que cree que mucha gente, si se lo puede permitir, estará abocada a recurrir al coche particular y esto derivará en grandes atascos en la A-3. 

Juan Carlos de la Cruz, secretario general de CCOO en el suburbano, explica que desde el sindicato también propusieron que los trabajos de remodelación integral de la línea 1 en su vertiente sur se hicieran, en vez de entre Sol y Valdecarros, en tramos más pequeños, lo que implicaría cierres del servicio más limitados. "Hubiera reducido las afecciones a los viajeros", subraya De la Cruz, que en cualquier caso agrega que Metro de Madrid desechó esta posibilidad. 

Ahora, los sindicatos están a la espera de una reunión con la empresa pública para tener todos los detalles del ya inminente, aunque sin fecha determinada, cierre de la línea 1 de metro, que alberga las primeras estaciones del suburbano que empezaron a funcionar en 1919.

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