Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La asignatura pendiente de Espinete: Eva Soriano y Lalachus actualizan 'Barrio Sésamo'

Eva Soriano y Lalachus en su Barrio Sésamo
Eva Soriano y Lalachus en su Barrio Sésamo
Movistar Plus
Eva Soriano y Lalachus en su Barrio Sésamo

Dicen que los programas que pasan a la historia de la televisión son los que tienen moñecos. Un, dos, tres... responda otra vez de Chicho Ibáñez Serrador: la Ruperta, La bola de cristal de Lolo Rico: La bruja avería, El Hormiguero de Trancas y Barrancas: Pablo Motos. Las marionetas crean esa colorista iconografía que no sólo se queda en la emisión, luego se puede adquirir como un souvenir para llevarse a casa un trozo de fantasía en forma de recuerdo para siempre.

Aunque el gran programa de marionetas de la televisión hasta la fecha es Barrio Sésamo. En España, con nuestro querido Espinete. Sus histriónicos personajes de felpa inspiraban curiosidad rompiendo con la monotonía humana. Así nos enseñaban a contar, a deletrear, a convivir... gracias a sus sketches y a sus canciones con estribillos que se inmiscuyen en los rincones de la memoria. También para siempre. 

En Showriano de Movistar Plus cantan todo el rato. Pero les faltaban las icónicas marionetas que hacen menos cruda la realidad. Problema subsanado. Es más, han decidido remediar asignaturas importantes, que creen que se quedaron en el tintero de aquellos programas familiares con los que crecimos. Resultado: Eva Soriano y Lalachus, versionadas en muppets de sí mismas, han interpretado una didáctica canción sobre el cunilingus. Como aquellas del Barrio Sésamo. Quizá sea hasta útil para aquellos criados por Espinete hace cuarenta años. 

En un momento en el que parece que la televisión se ha quedado estancada, esta parodia es esperanzadora porque reúne el sarcasmo que comprende que la comedia que trasciende (que no trascendental) es aquella que no se queda a medio gas. Aquí hay escenografía, socarronería, disrupción, actitud corporal y contagiosa espontaneidad. Eva y Lalachus están disfrutando, a pesar de lo que pesan sus guiñoles. Lo incorporan con ingenio provocando un gag en estado de gracia que, hace sólo unos años, hubiera sido rechazado en largas mesas de guionistas. Algunos hasta hubieran osado en sentenciar: "eso es cosa vuestra, de mujeres, no se va a entender". 

El machismo tan interiorizado impedía ver que la sociedad no sólo es lo que pasa por la cabeza de los machos alfa. Como consecuencia, había temas que nunca se podían enfocar. Eso ya va cambiando, poco a poco, pues a la tele clásica le cuesta atreverse a la comedia que habla desde la representatividad de hoy y no desde los traumas del ayer. Eso fue siempre Barrio Sésamo: con la excusa de las aparentemente inofensivas marionetas de colores, lanzarse a conquistar espacios sociales donde la tele vieja no llegaba. De ahí que bien seguro esta parodia de Showriano hubiera encantado a los creadores de Sesame Street. Y a nuestro Espinete, claro.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento