La mitad de pueblos costeros catalanes ya tienen playa para perros y crece la de Barcelona: "La ampliación es una tirita"

  • Un total de 35 de las 69 poblaciones con mar de Cataluña cuentan con una zona para canes.
  • La barcelonesa se ha ampliado un 20% esta temporada de baños y tiene capacidad para 120 animales.
Personas y perros bañándose juntos en la playa para perros de la capital catalana.
Personas y perros bañándose juntos en la playa para perros de la capital catalana.
AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Personas y perros bañándose juntos en la playa para perros de la capital catalana.

Las playas para perros llegan por primera vez esta temporada alta de baños a la mitad de los municipios costeros catalanes, 35 de 69, según informan desde las diversas poblaciones, y se ha ampliado la que existe en Barcelona para estos animales. Después de que algunos de sus usuarios reclamaran extenderla, este año dispone de un 20% más de espacio, señala el Ayuntamiento.

Desde el consistorio indican que la playa para perros de Barcelona, que está situada en el extremo norte de la de Llevant y este año abrió el 27 de mayo, cuando se inició la temporada alta, ha pasado de los 1.250 metros cuadrados a los 1.500. De este modo, ahora tiene capacidad para 120 canes, 20 más que en 2022. La ampliación se ha llevado a cabo a pesar de que, según datos municipales, la temporada pasada visitaron el espacio un total de 13.728 perros, casi un 3% menos que en la de 2021 (14.128).

Sin embargo, el candidato del Partido Animalista (PACMA) en Barcelona, Iván Guijarro, considera que el aumento de la superficie "es casi una broma". "Teniendo en cuenta que hay más de 180.000 perros censados en la ciudad, tantos como niños de 0 a 12 años, nos parece una tirita a un problema de convivencia", dice. 

Perros y sus cuidadores en la playa de Llevant de Barcelona.
Perros y sus cuidadores en la playa de Llevant de Barcelona.
AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Guijarro apuesta por "levantar las restricciones" para los canes en todas las playas de la capital catalana, para que no tengan ninguna vetada, y delimitar espacios excepcionales en los que no puedan entrar. Asegura que la de perros "es la que más limpia se encuentra, porque los cuidadores son conscientes de que hay que protegerla". "Barcelona ha dejado de ser una ciudad amiga de los animales", afirma, lo que en su opinión se refleja, por ejemplo, en que "cada vez hay más limitaciones" para los canes en los parques y jardines.

Hace un año, la playa para estos animales en la capital catalana estrenó una web mediante la que se puede consultar su grado de ocupación. Además, cuenta con un semáforo que indica si la afluencia es baja, normal, alta o muy alta. Informadores municipales se encargan de evitar que se supere el aforo máximo permitido.

En una decena de comarcas

Los 35 municipios de la costa de Cataluña que disponen de playa para perros, el 50,7%, pertenecen a 10 de sus 12 comarcas con mar. Las dos donde no existe ninguna población con una zona para los canes son La Selva y el Baix Penedès, que están lejos de la comarca del Maresme, donde hay nueve. El Alt Empordà tiene siete, el Baix Empordà, tres; el Barcelonès, dos; el Baix Llobregat, dos; el Garraf, dos; el Baix Camp, dos; el Baix Ebre, tres; y el Montsià, cuatro. En el Tarragonès, solo Roda de Berà cuenta con playa para canes.

Un cartel señaliza el área para perros en la playa.
Un cartel señaliza el área para perros en la playa.
AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Aunque la mayoría de estos espacios no tienen ningún horario, no sucede lo mismo en el de Barcelona, que está abierto de las 10.30 a las 19.30 horas, o en el del Prat de Llobregat, al que los animales solo pueden acceder desde las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana del 1 de mayo al 30 septiembre. A pesar de esta limitación, la playa para perros de este municipio está equipada con fuente y ducha para ellos.

Otras poblaciones donde existen arenales en los que se permiten los canes son el Port de la Selva, Badalona, Gavà o L’Estartit. En esta última, la zona destinada a estos animales es un área de 900 metros cuadrados en la playa de Griells, abierta desde la Semana Santa hasta medios de septiembre.

Entre los motivos que señalan los municipios sin playas para perros para no habilitarlas está mantener la certificación de la Bandera Azul. Desde los ayuntamientos de Blanes, Tossa de Mar o Calafell aseguran que la perderían al delimitar un espacio para estos animales. Otras poblaciones, como Sant Pere Pescador o Creixell, temen que un área para canes no permita que sus arenales continúen siendo parque natural o zonas protegidas por su biodiversidad. Existen también consistorios que lo justifican por razones de espacio, como el de Altafulla, que apunta que la playa es de menos de 1.000 metros.

Desde el Vendrell, la concejala de Playas, Turismo y Cohesión Territorial, Bárbara María Peris Sellés, explica que el municipio no cuenta con un área para perros porque "el abuso de la exposición al sol en un lugar no habitual para la mayoría de los animales puede provocar mareos, vómitos y enfermedades por la ingesta de arena o agua salada, o también por insolación".

Calonge y Platja d’Aro se quedan sin

A pesar de que en un principio los ayuntamientos de Calonge y Platja d’Aro habían mostrado su intención de habilitar esta temporada una playa para perros en la cala de Belladona, que comparten, se ha descartado esta opción por desavenencias entre los consistorios. Y es que el primero apuesta por delimitar un tramo de 300 metros para estos animales, mientras que el segundo defiende que puedan acceder a todo el arenal. Además, vecinos de dos urbanizaciones cercanas, la de Treumal y la de Politur, son contrarios a la playa para perros.

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