Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Análisis, autocrítica y otras ficciones sanchistas

Doce horas después de conocer los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, Pedro Sánchez ha anunciado la disolución de las Cortes nacionales y la convocatoria de elecciones generales el día 23 de julio.
Doce horas después de conocer los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, Pedro Sánchez ha anunciado la disolución de las Cortes Generales y la convocatoria de elecciones el día 23 de julio.
E.P.
Doce horas después de conocer los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, Pedro Sánchez ha anunciado la disolución de las Cortes nacionales y la convocatoria de elecciones generales el día 23 de julio.

Derrotados, educados, agradecidos, considerados, exhaustos, nostálgicos, dignos y orgullosos algunos alcaldes y presidentes de comunidad autónoma comparecieron la noche del domingo para dar la cara. No era momento para hacer un gran análisis. Hablaron de tsunamis, de cambios, de ciclos y prometieron hacer autocrítica. Muchos de ellos explicaron ante su gente que habían felicitado al rival y que ya estaban pensando en volver a dar la batalla desde la oposición.

Sin embargo, a las once y pico de la mañana del día siguiente el análisis y la autocrítica saltan por los aires. El amo tira del collar y tensa la situación, aleja a esos alcaldes y cargos públicos de sus proyectos ciudadanos, de su ilusión local o autonómica y les exige lealtad. El amo no felicita, no pide permiso, no agradece, no se lo piensa. El amo los lleva al extremo. Polariza y pone a su gente y a sus aliados entre la espada y la pared. Preparadme otra campaña, chicos, que ahora voy yo con todo.

Los analistas simplones que se han enamorado de la ridícula palabra “relato” empiezan a interpretar la situación como un trovador con su laúd. La huida hacia adelante les hace ver la parte estratégica que protagoniza el amo que no admite ni siquiera un tiempo para el duelo. Dicen que es brillante, inteligente, sagaz y unos cuantos adjetivos más. Lejos queda ya la idea de servicio público, de sacrificio por el ciudadano, de entrega, alternancia y dedicación. La frialdad, el cálculo y el egoísmo radical se celebran como muestras de talento.

La huida hacia adelante les hace ver la parte estratégica que protagoniza el amo que no admite ni siquiera un tiempo para el duelo.

Lo que está en juego se llama permanencia en el poder y en esa situación lo más importante es el ego. Otros que estuvieron en el tablero y ahora lo comentan dicen que ha sido un eslogan el que ha ganado las elecciones por aquello del relato. El eslogan en cuestión viene con rima y con nombre de etarra. Así de fácil se explican algo que tiene una profundidad mayor y que, al menos, habría que justificarlo en el viejo concepto del desgaste, pero ni eso. Thelma y Louise tampoco hacían autocrítica.

Algunas mentes más atrevidas y objetivas como Eduardo Madina sí que han señalado que la situación es dramática, que las cifras hay que mirarlas en global y que, sin duda alguna, han pagado justos por pecadores. Mientras tanto, el BOE prepara 440 millones de euros para publicidad institucional. Más madera. ¿Y la autocrítica? ¿Y lo de entender cómo piensan los otros? Mañana, si tengo un rato, se lo cuento. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento