Entrevista

Mónica Rodríguez, Premio Barco de Vapor 2023: "Me dan pena los que no leen literatura infantil y juvenil, se pierden un deleite"

Mónica Rodríguez, Premio SM Barco de Vapor 2023 con 'Más valiente que Napoleón'.
Mónica Rodríguez, Premio Barco de Vapor 2023 con 'Más valiente que Napoleón'.
EDICIONES SM
Mónica Rodríguez, Premio SM Barco de Vapor 2023 con 'Más valiente que Napoleón'.

El circo del siglo XIX puede ser el mejor escenario para transmitir ideas muy cercanas a la actualidad, valores como la diversidad o la tolerancia. Y así lo demuestra Más valiente que Napoleón, novela infantil de Mónica Rodríguez, ganadora de la 45ª edición del Premio SM Barco de Vapor.

La escritora asturiana lleva 20 años dedicándose a la literatura infantil y juvenil, aunque sus estudios y su anterior trabajo están relacionados con la ciencia. Y, desde entonces, ha ganado numerosos galardones: Premio Anaya 2016, el Premio Fundación Cuatrogatos en seis ocasiones, el Premio Cervantes Chico 2018 y el Premio Gran Angular 2018. Pero ahora se ha hecho con el SM Barco de Vapor 2023, certamen en el que ha quedado finalista en cuatro ocasiones.

En esta edición se recibieron un total de 208 originales, y fue Rodríguez quien se antepuso a todos ellos con su novela, en la que explora, a través de los ojos de la pequeña Nicoletta, la historia real de María Spelterini, una funambulista que en el 1876 cruzó las cataratas del Niágara sobre la cuerda floja. Todo ello explorando, a través del circo, temas como la familia que no es de sangre, esas personas que hacen de red para protegerte de las caídas y ayudarte a avanzar.

Más valiente que Napoleón cuenta la hazaña de la funambulista Maria Spelterini, que existió en la vida real. ¿Cómo llegó a conocer su historia?Empecé a escribir un libro en el que había un tío que ocultaba a su sobrina su pasado como funambulista, pero la dejé apartada. Entonces empecé a leer sobre funambulistas y descubrí entre todas esas historias a María Spelterini. Como era 1876, finales del siglo XIX, eso me llevó al circo de esa época y leí un libro que se titula Freaks, que habla sobre los fenómenos que se exhibían en el circo, historias reales de personajes asombrosos con grandes tragedias detrás, pero que formaron unas familias muy unidas gracias al circo, que les permitió vivir e incluso enriquecerse. Y me pareció fascinante. Muchos de estos personajes reales me cautivaron y decidí seguir escribiendo esa historia y ahí aparecieron estos tres personajes estrafalarios que van en busca del tío de Nicoletta y, a partir de los cuales, la niña descubre ese pasado de funambulista que había ocultado su tío.

Maria Spelterini hizo historia, pero la historia la olvidó. ¿Quería plasmar esta poca exposición femenina que hay en tantos ámbitos?Sí. Afortunadamente, se están recuperando a todas esas mujeres invisibilizadas por la historia contada por hombres y María Spelterini fue una más entre todas ellas. Y eso que en el circo del siglo XIX había una gran igualdad entre hombres y mujeres, las tareas las hacían entre todos, fuera cual fuera: los hombres cosían y cocinaban y las mujeres ayudaban a los montajes y desmontajes. Dentro de la sociedad de aquella época, el circo era un reducto muy especial y muy libre. Pero luego, por la historia, poca gente conoce a Maria Spelterini y su hazaña.

¿El resto de personajes también existieron realmente?No, no son reales. Hay algún otro real en el libro, como Phineas Taylor Barnum, que fue un empresario circense que tuvo un museo de prodigios, que se basaba en engaños prácticamente. Pero el resto que salen son todos ficción, aunque están inspirados en muchos personajes reales de aquella época que trabajaban en circos.

Narra el libro a través de Nicoletta, ¿por qué decidió que fuera ella la protagonista y no la propia María Spelterini?El libro nació primero con Nicoletta y con su tío, y María Spelterini llegó después. De todas formas, siempre me parece más interesante la visión de un niño o de una niña. Por eso escribo para niños y jóvenes, porque es mucho más interesante esa mirada, que es más limpia, más asombrada, más entusiasta que la del adulto. Por otro lado, de María Spelterini se saben muy pocas cosas, lo cual te da margen a poder ficcionar más, pero también puedes inventar demasiado sobre un personaje que realmente sí existió. Al hacerlo de esta manera, María Spelterini está, pero tampoco es el centro de la historia.

Más valiente que Napoleón transmite un mensaje de diversidad y tolerancia a través del circo.Efectivamente, sobre todo en el del siglo XIX, donde convivían artistas de circo, trapecistas, payasos, etc., con esos fenómenos, esos freaks, esas personas que tienen anomalías genéticas y que eran exhibidas. Allí se veía la vida con una gran diferencia. Aunque nosotros lo veamos desde nuestra perspectiva de ahora, nos puede parecer terrible la exhibición de esas personas, pero realmente el circo del siglo XIX les dio un lugar en el mundo a esas personas, sin él no podrían haber formado esas familias, no podrían haber ganado dinero. Ese circo fue una gran oportunidad para esa gente y además, una forma de descubrir que la gran riqueza está en la diferencia.

También explora las relaciones familiares más allá de la familia, las que no son de sangre.Sí, la dedicatoria que puse en el libro es que 'mi familia es mi red en el alambre'. Es algo que fui descubriendo en el libro, pero que también he vivido en mi casa. Yo cambié mi camino de la ciencia a la literatura, muy apoyada con esa red que es mi familia. La familia, que no necesariamente de sangre, como se habla en el libro, es realmente la gente que nos apoya, la que hace que nos sostengamos en la vida y podamos ser más felices.

Entonces, ¿hay algo de biográfico en la obra?Bueno, siempre hay algo de los escritores. Cuando nos embarcamos en una historia, nos alimentamos de nuestras vivencias, porque es lo que conocemos. Aunque está oculto o está por debajo de la ficción, siempre hay cosas nuestras. En el libro no te puedo decir 'esto me ha pasado a mí', pero por debajo sí que hay muchas cosas que están alimentadas por mis experiencias y mis emociones.

¿Cómo fue ganar el premio Barco de Vapor, después de 14 años presentándose y siendo finalista en cuatro ocasiones?La emoción fue increíble, porque ya me apuntaba diciendo 'seré la persona que más veces se ha presentado a este premio sin ganarlo y me acabarán dando un premio por eso'. Cuando me llamaron y me dijeron que eran de la editorial, empecé a llorar sin parar. Es un reconocimiento a no rendirse, al trabajo, al esfuerzo diario, a la cabezonería también, a la constancia

Lleva ya dos décadas dedicándose a la escritura, pero sus estudios son de ciencias. ¿Cómo llegó ese cambio?Hace 20 años publiqué mi primer libro y hace 13 años y medio que dejé mi trabajo en el Centro de Investigación para dedicarme solamente a escribir y leer. Cuando estaba allí, escribía por la noche, con mis 3 hijas pequeñitas. Escribía cansada y sin tiempo. Pero, hace 14 años, me llegó un dinero de la venta de una casa familiar y decidí regalarme tiempo para hacer lo que me gustaba y para lo que no encontraba el momento. Decidí hacerlo a ver qué pasaba. En principio iba a volver a los 2 años al Centro de Investigación porque soy funcionaria y tengo una excedencia, pero llevo 13 años y medio y no he vuelto todavía, así que me siento muy afortunada por estar en este camino y por poder hacer algo que me gusta tanto. En todo este tiempo he ganado unos cuantos galardones, he perdido muchos más, pero han sido los premios los que me han permitido sobrevivir.

Ha dedicado su carrera a la literatura infantil y juvenil, ¿cómo cree que se valora este género en la profesión?Muchas veces se minusvalora, como si no tuviera literatura o se considerase un paso necesario para que el niño de mayor lea. Y en realidad es necesario para que el niño lea ya, para que disfrute leyendo y sea feliz ese lector de ahora. Si lo será un futuro o no, ya se verá. Creo que desde la literatura muchas veces se arrincona un poco la literatura infantil y juvenil, no se le da tanto valor. Parece que cualquier cosita puede gustar, pero es un trabajo muy serio escribir para niños y jóvenes porque hay que moldear el lenguaje de una manera igual de rica y literaria que para los adultos, pero adaptándolo al nivel o a la madurez. Escribir sencillo pero de manera profunda es algo bastante complicado. A mí me da mucha pena la gente adulta que no lee literatura infantil y juvenil porque hay verdaderas joyas. Y se pierden un deleite.

Tras Más valiente que Napoléon, ¿qué más proyectos tiene en mente?Voy a sacar ahora una novela juvenil ilustrada maravillosa con Daniel Piqueras Fisk, que nos lo edita Diego Pun, una editorial pequeñita canaria. Tiene incluso partes de cómic, pero es novela juvenil con mucha narrativa. Va sobre las amas, las buceadoras japonesas, que es un oficio fascinante que pasa de madres a hijas. A las propias amas las escuché decir en un documental que el océano era un mundo de mujeres y que cuando bucean se encuentran con ellas mismas, saben quiénes son debajo del agua.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento