Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La Sexta pierde la noche electoral: claves del ¿fin? de una era

Antonio García Ferreras en el 28M
Antonio García Ferreras en el 28M
Atresmedia
Antonio García Ferreras en el 28M

¿Fin de ciclo? La Sexta ha perdido la noche electoral. La dinámica de Antonio García Ferreras de entremezclar trepidante análisis de opinión con un escrutinio en imagen, casi vivido como si fueran las votaciones de Eurovisión, ya se ha ido contagiando al resto de canales. Lo que distinguía al canal ahora lo iguala. Así es la tele de curiosa. Y el público potencial de la emisora vive cierto hartazgo, tras años en los que ha asistido a una intensa retransmisión de la actualidad sin tregua. 

Resultado: el domingo el Al Rojo Vivo: objetivo elecciones ha cedido en su ya tradicional liderazgo y se ha quedado en un 7,4 por ciento de share. En tercera posición en el ranking de audiencias, por detrás de La 1, que acarició un 9,2 por ciento y Antena 3, que lideró con Vicente Vallés con un 11,4 por ciento.

Y ahí es donde La Sexta debe ejercer su propia reflexión. Antena 3 brilla porque ha conseguido cimentar una rutina de éxito en su canal. Ahora mismo es la cadena de referencia que, además, cuenta con una línea estética acogedora, limpia y luminosa. También en la presentación de la información. Es fácil quedarse en Antena 3, aunque pases de puntillas por la emisora: su narrativa entra por los ojos. 

Por su parte, Televisión Española ha intentado el sosiego del rigor que se espera de un servicio público. Que no es incompatible con cuidar una vibrante liturgia escénica. Ahí RTVE ha buscado incidir en lo que la diferencia de sus rivales privados: su plató es el más grande (Estudio 6 de Prado del Rey) y cuenta con una espectacular escenografía propia de dos alturas, que simula un gran centro de datos al que si te conectas nada te pasará desapercibido. El decorado transmite esa percepción de acontecimiento noticioso, entre tantas pantallas, grafismo en realidad aumentada y haces de luz. 

Audiencia elecciones municipales.
Audiencia elecciones municipales.
HENAR DE PEDRO

En cambio, Ferreras sigue ahí como antes, en su mesa de todos los días. No necesita más que su reconocible autoría. Pero, sin embargo, la audiencia potencial de izquierdas está en otro punto: sufre reticencias, división y desmotivaciones que impiden asistir con la misma pasión que antes al canal verde. Incluso mejor apagar la tele. Mientras tanto, los votantes de derecha tienen ahora una ilusionante motivación basada en terminar con un enemigo común, creado con un argumentario rotundo. Y van allí donde su realidad no se la estropean. Y ese lugar nunca fue La Sexta. 

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