La recesión técnica de Alemania afectará a España: amenaza el turismo y la exportación de automóviles

No cabe duda que los germanos han salido muy beneficiados con la llegada del euro. De hecho, el PIB por persona ha aumentado en 23.116 euros desde 1999 a 2017, lo que le convierte en el país europeo que más provecho ha sacado de la moneda única.
Imagen de archivo del edificio del Reichstag, sede del parlamento alemán.
Pixabay/Pexels
No cabe duda que los germanos han salido muy beneficiados con la llegada del euro. De hecho, el PIB por persona ha aumentado en 23.116 euros desde 1999 a 2017, lo que le convierte en el país europeo que más provecho ha sacado de la moneda única.

Alemania se convirtió el jueves en el primer país de la UE en entrar en recesión después de la pandemia. Una revisión estadística del dato de crecimiento del primer trimestre ha provocado que la economía germana acumule ya dos trimestres consecutivos en negativo (un 0,5% en el final de 2022 y un 0,3% en el primero de 2023). Es cierto que por ahora se trata de una recesión técnica —el desempleo sigue en mínimos históricos— y que los primeros indicios apuntan a que será superficial. Pero cuando la locomotora de Europa estornuda, el resto de Europa empieza a temerse un resfriado y en España podría afectar al turismo y a la industria automovilística.

La economía alemana es la más grande de la UE y representa una cuarta parte del PIB de los Veintisiete. Este hecho, añadido a la fuerte interconexión que tienen las economías europeas entre sí, garantizan que cualquier movimiento que se produzca en Alemania tenga efectos en el resto de Europa. La pregunta es inevitable ¿cómo afectará a España?

"Nuestro ciclo está irremediablemente vinculado al europeo. Afectarnos nos va a afectar sí o sí", sostiene Manuel Hidalgo profesor de economía en la universidad Pablo Olavide e investigador en Esade en conversación con 20minutos. "La cuestión es en qué magnitud", añade Hidalgo, que en todo caso señala que si el crecimiento de España se debilita lo hará con menor intensidad. Mientras que las previsiones económicas de Bruselas señalan que Alemania crecerá un 0,2% en 2023, el pronóstico para España es de un 1,9%.

"Las relaciones comerciales entre los países del euro hacen que lo que ocurre en una economía grande acabe al final afectando al resto de países", señala, por su parte, María Jesús Fernández, economista sénior en Funcas. No obstante, Fernández señala que muchos de los factores que apuntan a una desaceleración de la economía española en la segunda mitad del año son compartidos con Alemania y otras economías europeas. Así, lo que está ocurriendo en Alemania puede interpretarse también como un aviso para el resto de economías europeas.

Aunque la debilidad alemana comparte algunos parecidos con lo que está ocurriendo en España —el consumo de los hogares está en caída y la industria no tira— también hay importantes diferencias. En primer lugar, España está experimentando un inesperado boom en las exportaciones, especialmente en los servicios, donde el protagonismo del turismo es indiscutible. 

De hecho, si no fuera por la pujanza de las exportaciones turísticas, España hubiera cerrado el primer trimestre en negativo. "En este primer trimestre de este año el crecimiento de España se puede atribuir casi en su totalidad al turismo, el año pasado la mitad del crecimiento que tuvimos fue por la normalización en ese sector", sostiene María Jesús Fernández.

Además, hay que tener en cuenta que el peso de la industria alemana en el PIB (23,5%) es muy superior al de España (15,3%). Ello, sumado a que los precios energéticos han subido más en Alemania que en España por la menor dependencia de Rusia contribuye a explicar buena parte de las diferencias.

Entre el empresariado alemán ven claras señales de desaceleración. "Empieza a haber miedo a impagos y ahora se mira mucho más la concesión de créditos. El precio del dinero está condicionado las inversiones", se comentaba recientemente en un foro con altos directivos con empresas alemanas radicadas en España. "Vamos a ver una bajada en la demanda en los próximos meses que ya se ve en algunos sectores", añadía. Una encuesta reciente publicada por la Cámara de Comercio Alemana en España señalaba que el 60% de las empresas identificaban la escasez de demanda como uno de los principales riesgos a medio plazo.

Turismo, automóviles, frutas y verduras

Las conexiones entre la economía española y la alemana son intensas. Alemania es el segundo socio comercial de España con un volumen de exportaciones de 39.359 millones de dólares el año pasado. Un 9% de los ingresos por ventas de las empresas españolas en el extranjero procede de Alemania.

Estos nexos económicos se focalizan fundamentalmente en tres grandes sectores que son clave para la economía española: turismo, fabricación de automóviles y producción hortofrutícola. 

En lo que atañe al turismo, Alemania es el tercer país en volumen de llegadas de turistas a España y el segundo en nivel de gasto. El turismo alemán supuso en 2022 un 7,2% de todas las visitas registradas y regó la economía española con 11.526 millones de euros. Si la inflación y las subidas de tipos de interés siguen ahogando a los hogares alemanes el turismo podría verse afectado, si bien es cierto que por el momento no hay indicios de que los turistas alemanes estén cancelando sus viajes a España.

Más allá del turismo, Alemania es un mercado fundamental para la principal industria de España: la fabricación de automóviles. Según datos del Centro de Comercio Internacional, España exportó vehículos a motor y piezas por valor de 10.591 millones de dólares el año pasado. Lo que supone un 20% de las ventas de este sector en todo el mundo.

Tras el automóvil, la venta de frutas y verduras es la segunda actividad comercial con más peso. Entre estas dos actividades, las empresas españolas facturaron casi 5.000 millones de dólares en ventas a Alemania, lo que supone alrededor del 30% de todas las exportaciones de frutas y verduras.

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