El 'Un, dos, tres…' más grande habido y por haber: Alejandro Ibáñez adelanta las claves del concurso que unirá audiencias

Alejandro Ibáñez, director de Prointel e hijo de Chicho Ibáñez Serrador.
Alejandro Ibáñez, director de Prointel e hijo de Chicho Ibáñez Serrador.
JOSÉ GONZÁLEZ
Alejandro Ibáñez, director de Prointel e hijo de Chicho Ibáñez Serrador.

Alejandro Ibañez es un tipo serio que descoloca cuando bromea, pero al que al poco se le ven las costuras y a través de ellas, lo sentimental que lleva dentro. Él es hijo de Chico Ibáñez Serrador, creador del icónico concurso Un, dos, tres… Cuando era un niño, Alejandro se iba después del colegio en bici a los estudios Buñuel de TVE y allí estaba hasta tarde, viendo cómo se hacía el concurso más famoso de la época. No en vano, el Un, dos, tres responda otra vez nació en 1972 y se emitió durante más de 30 años en Televisión Española, por última vez en 2004.

"Si me escapaba, de repente sonaba la voz en el plató: 'Alejandrito… ¿puedes subir un momento a control?', porque yo estaba por allí con las azafatas, subiéndome a un cámara... me los conocía a todos, los de cocina me tenían el menú preparado…", rememora Alejandro, que aprendió allí muchos de los secretos de la tele.

"Mi padre me ponía en el control al lado de él y me explicaba y me decía a dónde mirar, dónde estar pendiente… me enseñaba desde pequeñito, como realizar, cómo dirigir y como tener ojos en todas las partes". Después de ponerse al frente de la productora Prointel y de hacer documentales, series y su propia película, Ibáñez hijo ha emprendido uno de los proyectos con más carisma de los últimos años: el regreso del Un, dos, tres… Llegará a finales de año.

"En TVE, desde que no hay publicidad era imposible; Antena 3 ya tenían sus programas testados que funcionaban, concursos con marcas consolidadas que les funcionaban y en Telecinco habían apostado mucho más por programas del corazón y realities y el Un, dos, tres... no tenía cabida", explica sobre el panorama televisivo.

Pero a veces hay que pensar fuera de los límites. En un tiempo en el que Ibai Llanos hace eventos en Twitch (plataforma de internet de retransmisiones en vivo) con millones de espectadores, Alejandro Ibáñez supo ver que hay vida más allá de la tele lineal.

"De mi padre siempre se ha dicho que era un director y realizador que siempre iba por delante de los demás, y yo creo que esto que vamos a hacer es algo que van por delante de los demás. Estamos hablando de una marca tan importante como el Un, dos, tres... y de hacer una superproducción, porque quiero hacer el Un, dos, tres… más grande habido y por haber", avanza el realizador y director, que en esta aventura va de la mano de Prointel e Isla y Factoría Henneo.

"En Twitch tengo la libertad de hacer un concurso como el Un, dos, tres... donde no tengo límites de horarios y no tengo límites de jefes, lo único que tengo el límite del presupuesto, con el que ayudan las marcas, y el límite normal del lenguaje y la desnudez", hace ver Ibáñez, que busca atraer a todas las audiencias, "la de los espectadores de 40 para arriba, de los padres o abuelos y las audiencias infantiles desde 13 a 20 y pico. Y no solamente Twitch es España, Twitch es Latinoamérica y todos los hispanohablantes", señala. 

Ahora, muchos años después y tras ocho meses preparando el proyecto, hay otra cosa que ha aprendido de su padre, quizá la cruz del proyecto. "Últimamente lo que hablo con mi mujer, con mi madre y con la gente cercana es que acabo de entender por qué no veía a mi padre. El Un, dos, tres… es un programa muy grande y absorbe tanto mental como físicamente", explica Alejandro, que sin embargo, encara esto con "pasión" y divirtiéndose a cada paso.

Chicho Ibáñez Serrador, dando instrucciones en el plató del 'Un, dos, tres...', en una imagen de archivo.
Chicho Ibáñez Serrador, dando instrucciones en el plató del 'Un, dos, tres...', en una imagen de archivo.
TVE

Pero si lo hace por algo, no es por lo económico, cosa no desdeñable en cualquier caso, sino por sus hijas. "Tengo dos hijas, una de 19 y otra de 15 y nos hemos ido separando a la hora de ver la tele", explica. "Aún así, podemos sentarnos un día a sentarnos y compartir unas horas juntos y eso es lo que hacía el Un, dos, tres…", pone de manifiesto. "Es por mis hijas, por alcanzar ese mundo suyo, darles esa felicidad, pasárnoslo bien y volver a juntar a las familias. Alejandro Ibáñez encuentra un acicate en "la sonrisa" de sus hijas y en que "en colegio les digan 'tu padre cómo mola'".

Pero, ¿cómo se fusionan dos mundos y varias generaciones con un programa que se emitió por última vez hace casi 20 años? Yendo a donde está el público y de la mano de quienes son sus referentes. "Pensé que esto lo tenía que presentar TheGrefg. Le he visto comunicar, le veo hablar, le veo cómo controla los tiempos en sus 7 horas de directo todos los días, le he visto en galas de premios él solo aguantando una gala de 4 horas y pico con más de 1000 personas de público. Habla rápido, habla claro y piensa muy rápido… y dije, tiene que ser este", explica Ibáñez sobre el conocido streamer, que supera los 17,9 millones de suscriptores entre Twitch y Youtube.

"Nos enfrentamos a un formato desconocido en Latam y entre los chavales, pero que sí es conocido para los adultos. Así que tengo que tener embajadores de los dos mundos, por lo que vamos a tener una copresentadora, que aún no podemos anunciar", adelanta el director del nuevo Un, dos, tres...

"A lo largo del programa, con los talentos que bajan la escalera haremos mucha fusión de lo conocido en la tele lineal y lo conocido en internet. Van a estar los dos mundos, para que todos estén cómodos", dice Ibáñez, que explica que en el nuevo concurso estará toda la esencia del antiguo, pero actualizado y con un humor "gamberro, inteligente, pero también un humor limpio, sin ir más allá o que alguien se sienta ofendido o con intención de hacer daño".

Hay cosas del Un, dos, tres…, que será un gran evento trimestral, que no estarán. Por ejemplo, las galas no tendrán un tema central como ocurría antes. Otras cosas se adaptan, como la yincana, la prueba física donde se decidía quién iba a La Subasta, que son "cosas que siempre han gustado mucho en los originales", y que duraban un minuto y medio. "Como ahora estamos en Twitch, podemos alargarla un poquito más, que dure 20 o 25 minutos". La prueba de las preguntas y respuestas que será como la tradicional y La Subasta seguirá siendo la de siempre, pero con más regalos, aunque habrá "desde los mejores premios a un kilo de estiércol, eso se mantendrá". Y habrá actuaciones de comedia, de magia, de cantantes... Cultura, conocimiento, habilidad física y suerte: las bases del Un, dos, tres...

Para el "mundo nostalgia" se recuperará a Ruperta, aunque tendrá lógicamente una actualización. El logo será el último que se conocía, actualizado "muy ligeramente" y habrá una nueva sintonía, pero "se reconocerá la sintonía de toda la vida". Habrá Tacañones, azafatas…

En ese camino las marcas y anunciantes juegan un papel importante, al que muchas se han querido sumar. "El Un, dos, tres..., no es poner una lata de refresco encima de la mesa, nosotros hacemos que las marcas estén fusionadas con el programa, que sean parte del programa. Las marcas tienen un sentido, un por qué están allí, así que gastan un dinero y no es solo algo puntual, son partícipes del guion y del programa", expone Alejandro Ibáñez.

Mucha más gente se suma a este proyecto, que viene con todo el peso de la nostalgia y el cariño detrás. Para muestra un botón. "Hay una chica que yo quería como azafata y que tiene 5 millones de seguidores. Este tipo de creadores tratan mucho con publicidad y los precios son de publicidad, lo que hace muy caro contratar a estas personas. Pregunté a sus representantes cuánto costaría y me dijeron un pastón. Hablé con la chica y le dije: "sólo te pido una cosa: pregúntale a tu padre y a tu madre qué es el Un, dos, tres... y diles que te quiero tener en él. Semanas después el presupuesto bajó una barbaridad", revela Ibáñez. El poder de la nostalgia y el carisma... que regresa. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento