El G7 reducirá su dependencia comercial de China para contrarrestar sus "prácticas maliciosas"

Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón.
Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón.
EFE/EPA/G7
Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón.

El G7 ha establecido este sábado que tomará medidas para invertir en sus propias economías y reducir sus "excesivas dependencias" de China para suministros "críticos", sin que este acercamiento busque de ningún modo atentar contra el desarrollo de Pekín.

En la declaración final de la cumbre del G7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima, los líderes del bloque han señalado que consideran que una economía resiliente "requiere eliminar riesgos y diversificar", por lo que han abogado por dar pasos individual y colectivamente en sus propias economías.

El G7 ha subrayado que sus políticas no están diseñadas "para dañar" a Pekín ni para "impedir el progreso y desarrollo económico de China" y ha asegurado que "una China en crecimiento que juegue según las reglas internacionales sería de interés global", pero al mismo tiempo ha apostado por "recudir las excesivas dependencias en nuestras cadenas de suministro críticas".

En su comunicado publicado este sábado, un día antes de lo previsto y tras la llegada a Hiroshima del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, los mandatarios del bloque (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) se refirieron a "las políticas y prácticas ajenas al mercado de China".

"Con vistas a permitir unas relaciones económicas sostenibles con China y fortalecer el sistema de comercio internacional, presionaremos para que haya una igualdad de condiciones de nuestros trabajadores y empresas", ha señalado el grupo, que se ha comprometido a abordar los retos que entrañan dichas prácticas, que consideran que "distorsionan la economía global".

"Contrarrestaremos prácticas maliciosas, como la transferencia de tecnología ilegítima o la divulgación de datos", reza el texto, que también habla de afrontar la "coerción económica".

El G7 ha coincidido, además, en "la necesidad de proteger ciertas tecnologías avanzadas que podrían usarse para amenazar nuestra seguridad nacional, sin limitar indebidamente el comercio y la inversión".

La declaración de los líderes del G7 ha sido publicada poco después de otro comunicado precisamente sobre la coerción económica en el que condenaban el uso "como arma" de las fortalezas exportadoras de los países y su instrumentalización como herramienta política.

Aunque ese texto no menciona expresamente a ningún país, fuentes estadounidenses confirmaron que el grupo tenía a China en mente. 

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