A fondo

El juego del KO, el reto viral que ha mandado al hospital a un niño en Murcia

Se trata del reto del desmayo o blackout.
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Atlas

Estrangular hasta que el otro se desmaye. Es un juego de adolescentes. Le dicen el juego del KO y este martes llevó al hospital a un chaval de 13 años. Ocurrió en el instituto Santa Lucía, de Cartagena, cuando los alumnos se preparaban para una excursión fuera del centro.

"Jugaban" al juego del KO cuando al parecer, uno de ellos, de 13 años, dejó que otro le empezara a apretar el cuello. Fue voluntariamente, pero debido a la asfixia, el joven se desmayó y se golpeó la cabeza contra el suelo, tras lo que perdió el conocimiento.

Afortunadamente, una ambulancia llegó rápidamente y los sanitarios lograron que el menor recuperara la consciencia. Luego fue ingresado en el hospital Santa Lucía en observación. Todo quedó en un susto.

'Choking games'

El juego del KO es un viejo reto, pero ha vuelto a ponerse de moda a través de TikTok. Esta vez en Cartagena, no ha pasado nada, pero se ha dado el caso de adolescentes que han fallecido jugando a la asfixia por no haber parado a tiempo. Sin duda, es una actividad peligrosa, potencialmente mortal.

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La app de TikTok en el móvil, en una foto de archivo..
Flickr

En Estados Unidos a estos juegos se les conoce genéricamente con el nombre de choking games y en Francia le dicen jeu du foulard. Quienes practican el que ahora los chavales llaman juego del KO buscan una breve euforia debida a la disminución del flujo de oxígeno en el cerebro.

Menos oxígeno, más placer

Más concretamente, el estrangulamiento restringe el oxígeno que fluye hacia el cerebro debido a una compresión vascular cervical. Así se induce un estado eufórico breve e intenso causado por la hipoxia cerebral, describe para Quirón Salud el neurólogo Daniel Martín Fernández-Mayoralas.

Es lo que los adolescentes llaman un "subidón". Ellos hablan de una experiencia de placer antes de perder la conciencia. Cuando se recupera el flujo de sangre en el cerebro y se restaura la conciencia, además, parece producirse otro "subidón".

"Cuando privas al cerebro de suficiente oxígeno, las neuronas comienzan a estresarse y a producir el neurotransmisor glutamato. El cerebro responde a esto al liberar un bloqueador del receptor (las beta endorfinas) para prevenir la captación de glutamato en la brecha sináptica, lo que evita la sobrecarga de glutamato y la pérdida adicional de células cerebrales. Este bloqueo del receptor contribuye al estado hipóxico lúcido, semi-alucinógeno", describe el doctor en su artículo.

¿Un intento de disminuir el sentimiento depresivo?

Una revisión sistemática de la literatura científica que existe al respecto señala que un 7,4% de la población participa de esta práctica (dato de 2019). Ocurre especialmente en adolescentes varones, entre los 7 y los 21 años de edad. Se relaciona, con "niveles elevados de síntomas depresivos y de trastorno negativista u oposicionista desafiante", asegura el doctor Martín.

Según este modelo que afecta a la regulación emocional, explica, el juego de la asfixia representa, con frecuencia, un intento de disminuir los sentimientos depresivos (incluyendo las emociones negativas) o de afectación disfórica del afecto (adolescentes perpetuamente enfadados y estresados "con el mundo").

Las consecuencias del juego

Las consecuencias de jugar a la asfixia varían desde el riesgo de pequeños traumatismos por la pérdida de conciencia hasta la muerte. Se han descrito complicaciones oftalmológicas, episodios sincopales recurrentes y cuadros epilépticos. Y también, dolores de cabeza, cambios de comportamiento, confusión, pérdida de memoria a corto plazo, deterioro visual, daños neurológicos y, ocasionalmente, la muerte.

Es importante pensar en este diagnóstico ante niños y adolescentes que presentan hemorragias oculares, lesiones en el cuello, cefalea importante o alteración del estado mental tras haber estado solos durante un tiempo, señala un estudio publicado en Canarias Pediátrica.

El doctor Martín apunta que se ha producido un aumento de casos por culpa de una falsa "normalización" de la actividad y de sus consecuencias.

La asfixia autoerótica

La disminución del flujo de oxígeno en el cerebro produce placer. Por eso existe también la asfixia autoerótica, que se practica durante la masturbación. El término fue acuñado en 1991 en un estudio publicado en una revista científica estadounidense.

Sin embargo, su práctica se remonta a varios siglos de antigüedad. Está registrada como práctica entre los esquimales y algunos pueblos asiáticos y está documentada desde principios del 1600.

La asfixia erótica, también llamada hipoxifilia, hipofixiofilia o asfixiofilia, se vuelve especialmente peligrosa cuando la persona esta sola y no se puede desatar. Se han documentado varios casos de muerte o cuasi-muerte por esta práctica sexual. Y no sólo en adolescentes.

El actor David Carradine, el cantante de Inxs Michael Hutchence o el espía británico Gareth Williams murieron en un éxtasis de placer en plena asfixia autoerótica. Estos juegos son una práctica sexual catalogada como parafilia.

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