El Parlamento Europeo acoge con optimismo la propuesta de Bruselas para reformar las reglas fiscales pero pide más ambición

El comisario responsable de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic.
El comisario responsable de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic.
Alexis HAULOT
El comisario responsable de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic.

Uno de los grandes debates que debe afrontar la UE en el corto y en el medio plazo es la reforma de las reglas fiscales, y la Comisión Europea ya ha puesto sobre la mesa su propuesta para ello. El Parlamento Europeo acoge este plan con optimismo, pero al mismo tiempo se le queda corto, y así se lo hicieron saber este martes los eurodiputados al comisario responsable de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, durante un debate en el pleno de Estrasburgo sobre el asunto.

"Los retos ahora son bastantes distintos a los de los años noventa, cuando se diseñó el Pacto de Estabilidad: se ha multiplicado la deuda y también las inversiones", explicó Sefcovic ante el pleno, al tiempo que pidió abrir "un nuevo capítulo en nuestra historia" con este tema. Y es que las reglas de déficit y deuda actuales, coinciden casi todos, se han quedado anticuadas y necesitan un nuevo enfoque. Así, la propuesta de la Comisión incluye pautas algo más laxas pero al mismo tiempo multas (acumulables) para los Estados miembros que no cumplan.

El giro del Ejecutivo comunitario, con todo, mezcla lo antiguo y lo nuevo, puesto que mantiene la obligación de que el déficit no supere el 3% del PIB y la deuda se mantenga por debajo del 60% pero recoge planes individualizados para cada uno de los 27, de tal manera que cada situación se pueda abordar de manera individualizada. Esta solución, dijo Sefcovic, "es equilibrada" y permite dibujar un escenario "más creíble".

Markus Ferber, eurodiputado del PPE, coincidió con el comisario en que los Estados miembros tienen "poco tiempo" ahora para abordar el debate antes del final de la legislatura, pero al mismo tiempo recordó que el problema de las reglas fiscales actuales ha sido "de aplicación" por parte de algunos socios, "y no de flexibilidad". En este sentido, también hizo hincapié en las diferencias que existen sobre el asunto entre los grupos políticos de la Eurocámara.

Por su parte, Johan van Overtveldt, de ECR, duda de la credibilidad del sistema de sanciones impulsado por la Comisión, porque, lamentó, "un Estado que no cumple las normas" casi nunca recibe esas reprimendas, "especialmente si es uno de los grandes". Para el eurodiputado socialdemócrata Pedro Marques el fallo de la idea planteada por Bruselas es que la perspectiva social de las reglas fiscales "se queda solo en el pie de página".

"No solo en antiguos tarros hacemos las mejores mermeladas; las normas que teníamos no eran adecuadas", reconocieron por su parte desde el grupo de los liberales, que piden además profundizar en la unión monetaria. "El mundo ha cambiado", reconoció la eurodiputada Stéphanie Yon-Courtin, que ha celebrado el paso dado por la Comisión y ha pedido más inversiones desde el punto de vista digital y verde para que las futuras reglas sean sostenibles en el tiempo y no haya que abrir el debate como está sucediendo ahora.

Más dudas tiene el grupo de los Verdes. Philippe Lamberts aseguró que el objetivo pasa ahora por dejar atrás el modelo de "austeridad" como sinónimo de "buena gestión". En su intervención instó a que la deuda pública contribuya "a luchar contra la emergencia climática y a crear sociedades más justas" en el futuro. "La propuesta parte de tres premisas equivocadas que hay que corregir porque no cambia planteamiento de las normas de coordinación fiscal dentro de la UE ni el de las cifras si fundamento económico", comentó en el pleno por su lado el eurodiputado del grupo de extrema derecha Identidad y Democracia Marco Zanni.

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