Medio año después de su última aparición pública, Meg Ryan acudió esta semana a la premiere del documental de Michael J. Fox, uno de sus grandes amigos en la industria.

Pero de su amistad no es de lo que más se ha hablado estos días en las redes sociales, donde el nombre de la actriz, de 61 años, ha sido tendencia. Y lo ha sido por su rostro, totalmente transformado tras sus decenas de operaciones estéticas.

Muchos usuarios se muestran realmente sorprendidos y tildan la cara de la intérprete como "irreconocible". Incluso han publicado fotos del antes y después de Meg, comparando la apreciable diferencia, no solo por el paso del tiempo sino por los evidentes retoques estéticos.

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"¿Qué se ha hecho en la cara?", "Estoy en shock. Pésimos cirujanos", "Si me hubieran preguntado un deseo imposible hubiera contestado parecerme a Meg Ryan…. Virgencita, virgencita déjame como estoy" o "Meg Ryan se ha vuelto irreconocible y horrible", son algunos de los mensajes que se pueden leer en las redes.

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Hay que recordar que, aunque ella siempre ha negado que su paso por el quirófano se deba a motivos estéticos, el rostro de Meg se ha visto transformado a golpe de bisturí a lo largo de las últimas dos décadas.

La que fue una de las máximas abanderadas de la naturalidad durante los 90, ha dado el paso definitivo hacia el bando contrario, ya que su cara es la máxima expresión de la antinaturalidad.

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Es casi irreconocible la intérprete: sus ojos han pasado a ser muy pequeños y sobre todo exageradamente rasgados y apenas queda algo de la dulzura que la caracterizaba.