"Meg Ryan se hace un 'Reneé Thurman' y enciende las redes sociales", "Que sepáis que estáis todos haciendo llorar al cirujano de Meg Ryan", "La nueva Meg Ryan deja a todos en shock", "El increíble cambio de imagen de Meg Ryan", "Meg Ryan, irreconocible" son sólo algunos de los muchos comentarios que la actriz, Trending Topic por su 'nueva cara', ha suscitado en Twitter.

Algunos ya la catalogan como la "nueva víctima al efecto Zellweger".

Y es que tras los impactos que generaron entre buena parte de la opinión de la gente los cambios de Reese Witherspoon, Nicole Kidman o Catherine Zeta-Jones, Renée llevó el asunto al extremo hace más de un año.

Pues bien, el extremo aún no era tal: Meg Ryan ha estirado el límite este martes después de dejarse ver con su cara 'retocada' en un desfile de la Alta Costura de París.

La que fue una de las máximas abanderadas de la naturalidad durante los 90,  aunque ya hace años que se anda 'tocando' aquí y allá el rostro, ha dado el paso definitivo hacia el bando contrario. Su cara es la máxima expresión de la antinaturalidad y la dulzura.

Es casi irreconocible la intérprete: sus ojos han pasado a ser muy pequeños y sobre todo exageradamente rasgados y apenas queda algo de la dulzura que la caracterizaba.

La parte buena de todo esto: ha quedado muy claro que no siempre el bisturí mejora el aspecto y que la juventud no hay bisturí que la prolongue.