La inseguridad, la limpieza y el acceso a la vivienda, retos del próximo gobierno barcelonés

  • Los ciudadanos los señalan como los principales problemas de la capital catalana.
  • También les preocupa especialmente la gestión política municipal y la organización del tráfico.
Motos de la Guardia Urbana en la plaza Universitat de Barcelona.
Motos de la Guardia Urbana en la plaza Universitat de Barcelona.
MIQUEL TAVERNA
Motos de la Guardia Urbana en la plaza Universitat de Barcelona.

Ya es tiempo de descuento para las elecciones municipales del próximo 28 de mayo en Barcelona, y a los candidatos a la alcaldía les quedan apenas unas semanas para tratar de que crezca su cartera de votantes. Saber convencer a los ciudadanos pasa por conocer sus preocupaciones, y una guía para ello son los barómetros semestrales que lleva a cabo el Ayuntamiento. La última encuesta señala que la inseguridad, la limpieza, el acceso a la vivienda, la gestión política municipal y la gestión y organización del tráfico, son, por este orden, los principales problemas que ven en la capital catalana. Los alcaldables se enfrentan al reto de persuadir a los barceloneses de que serán capaces de dar solución a sus preocupaciones y enfrentarse a la actual situación de la ciudad.

La inseguridad

En el barómetro, de diciembre, casi uno de cada cuatro ciudadanos, un 24,8%, apunta a la inseguridad como principal conflicto en la capital catalana, lo que supone un incremento de 2,8 puntos porcentuales respecto a la encuesta anterior. La alcaldesa, Ada Colau, señala, sin embargo, que "los datos indican que han bajado los delitos respecto a antes de la pandemia", con lo que existe una "percepción" de empeoramiento de la seguridad que no es real, alimentada por "campañas políticas".

Según un informe del Ayuntamiento elaborado a partir de datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, Barcelona lidera la reducción de delitos entre las seis ciudades españolas de más de 500.00 habitantes, con una disminución del 20% en 2022 respecto a 2019.

No obstante, los delitos graves y menos graves de lesiones crecen en la capital catalana un 36,2%, un porcentaje superior al del resto de grandes ciudades. En Zaragoza, aumentan un 4,2%; en Málaga, un 26,9%; en Sevilla, un 26,5%; en Valencia, un 23,3% y en Madrid, un 21,1%.

El informe también apunta que en las seis mayores urbes españolas suben los delitos contra la libertad sexual, pero en Barcelona, menos que en las demás. Según un estudio de los Mossos d'Esquadra, la capital catalana registró durante 2022 un repunte del 27% en los casos de violencia sexual respecto a 2019.

Los datos de este informe de la policía catalana muestran que el año pasado tuvieron lugar en la ciudad 193.286 hechos delictivos, un 14,6% menos que en 2019, cuando se denunciaron 226.366. 

La limpieza

Barcelona cuenta, desde marzo de 2022, con el contrato de limpieza más importante en inversión que ha tenido la ciudad. Tiene un coste total de 2.300 millones de euros. Sin embargo, el barómetro municipal sitúa la limpieza en el número dos en el ranking de preocupaciones de los ciudadanos y muestra que la considera el primer problema de la capital catalana el 15,8%, mientras que en la encuesta anterior el porcentaje era del 11,5%.

Un vehículo de la nueva flota de limpieza, en la playa de Barcelona.
Un vehículo de la nueva flota de limpieza, en la playa de Barcelona.
MIQUEL TAVERNA

No solo este sondeo del Ayuntamiento señala que la suciedad de la ciudad supone un conflicto. Según el portal Open Data BCN del Consistorio, del total de notificaciones de incidentes y quejas que recibió en 2022, 136.672, el 42,8% (58.486) fueron por este tema, la cifra más alta desde 2014 (20.935), último año del que se dispone de datos. Desde entonces, se han incrementado un 176%.

Por otro lado, una encuesta que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevó a cabo a 6.853 ciudadanos de unos 70 municipios señala que Barcelona es la sexta ciudad más sucia de España. Las tres menos limpias son Palma, Alicante y Sevilla; y las tres más limpias, Oviedo, Bilbao y Vigo. Los encuestados puntuaron una docena de aspectos relacionados con la limpieza, y las peores calificaciones fueron para la presencia excesiva de excrementos de perro y de grafitis en la vía pública y la suciedad que generan los botellones.

La vivienda

El acceso a la vivienda, según el barómetro municipal, es el tercer problema de Barcelona, donde el precio del alquiler se situó en marzo en 20,14 euros por metro cuadrado al mes, lo que supone un incremento del 37,1% respecto al valor máximo alcanzado durante la burbuja inmobiliaria de 2007, según datos del portal Fotocasa.

Los ciudadanos no solo tienen que enfrentarse a las subidas que impone el mercado, sino también a las que provoca el hecho de que fondos inversores compren edificios enteros para reformarlos y hacer pisos de lujo. Es lo que sucede, por ejemplo, en la Casa Orsola, una finca modernista de L'Esquerra de l'Eixample, entre las calles Consell de Cent y Calàbria. El fondo inversor Lioness Inversiones compró el edificio, de 27 viviendas, y se negó a renovar con precios asequibles los contratos de alquiler. Los vecinos están luchando para evitar su desahucio.

La fachada de la casa Orsola, llena de pancartas de protesta.
La fachada de la casa Orsola, llena de pancartas de protesta.
ACN

Según datos del Ayuntamiento, las viviendas públicas bajo gestión municipal superan las 11.500 en 2023, mientras que en 2015, antes de que Colau estuviera al frente del Consistorio, eran 7.500. La alcaldesa se enorgullece de haber situado a Barcelona como la ciudad "con el parque de vivienda social más grande" de España y fue la impulsora de la norma que obliga a reservar el 30% de las nuevas promociones para pisos sociales.

La gestión política municipal

Como cuarto problema de los barceloneses, el barómetro señala la gestión política municipal. El 50,4% cree que es mala o muy mala, porcentaje que ha empeorado en 3,3 puntos respecto a la anterior encuesta. Además, es la primera vez desde que Ada Colau es alcaldesa que más de la mitad de los entrevistados valoran la gestión negativamente.

El estudio refleja, asimismo, que un 66,4% piensa que Barcelona ha empeorado en el último año, mientras que los que opinan igual de Cataluña y España son un 50,9% y un 52,3% respectivamente. De cara al futuro, las previsiones son más optimistas. Un 53,6% cree que la capital catalana mejorará, por un 33,5% que dice que empeorará y un 3,3% que afirma que seguirá como ahora.

El tráfico

En la quinta posición en el ranking de las preocupaciones de los ciudadanos está la gestión y organización del tráfico, en una capital catalana donde en los últimos años se ha apostado por reducir el espacio para los vehículos y aumentar el del peatón.

Un estudio que presentó en abril el Reial Automòvil Club de Catalunya (RACC) señala que aunque más de la mitad de los que circulan en vehículo privado por Barcelona (el 53% de los que van en coche y el 54% de los que van en moto) dice tener una alternativa en transporte público, este "no está siendo capaz de captarles", porque lo consideran "poco ágil y fiable".

Tráfico en la capital catalana, este miércoles.
Tráfico en la capital catalana.
MIQUEL TAVERNA

Otro informe que presentó en diciembre muestra que con la 'superilla' del Eixample  aumentarán un 55% las retenciones en el distrito en hora punta cuando esta esté finalizada en 2030. Si ahora hay 14,6 kilómetros acumulados de colas en diferentes tramos, se pasará a 22,7, lo que representa 8,1 más. En 2023, cuando termine la primera fase de implantación de este proyecto urbanístico, ya se notará el incremento de los atascos. Se pasará de los 14,6 kilómetros de colas actuales a los 18,9, un 26% más. El informe atribuye al aumento de la congestión, sobre todo, a que la oferta de transporte público no será suficiente para reducir el uso del vehículo privado, que contará con menos espacio para circular. 

Desde el Ayuntamiento señalan, sin embargo, que los estudios externos que han encargado confirman que con la 'superilla' se reducirá el tráfico y la contaminación tanto en las calles de su interior como en las de su entorno.

El turismo

El actual gobierno municipal puso en marcha el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), para prohibir tanto los pisos turísticos ilegales como la apertura de más apartamentos con licencia. 

Pese al veto, en abril el Tribunal Supremo ordenó al Ayuntamiento admitir 120 permisos de pisos turísticos en un mismo bloque en la calle Tarragona. Y es que durante un tiempo, en 2019, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que no era firme anuló el Peuat y el propietario, la Inmobiliaria Gallardo SL, aprovechó el momento para solicitar las licencias. 

La teniente de alcalde Janet Sanz admitió que no saben si se pueden dar "más casos" como el de la calle Tarragona.

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