La Comunitat Valenciana se sitúa la segunda por la cola de España en emancipación juvenil, solo por delante de Cantabria. En concreto, la población menor de 30 años independizada es del 13,4%, una cifra 2,5 puntos por debajo de la media nacional, según refleja el informe del Observatorio de Emancipación Juvenil de la Comunitat Valenciana del primer semestre de 2022 presentado este jueves por el Consejo Valenciano de la Juventud (CVJ).

Detrás de esta baja proporción de jóvenes independizados hay tres factores, según el estudio: la precariedad laboral, los bajos salarios y el elevado precio de la vivienda. "Son los principales obstáculos que imposibilitan la emancipación entre la población joven, a los cuales tenemos que sumar los efectos de la inflación, que ha supuesto un encarecimiento generalizado de la vida y una pérdida de poder adquisitivo entre las personas jóvenes", explica la vicepresidencia del CVJ, Esther Martínez. 

De hecho, pese al descenso de la temporalidad como consecuencia de la reforma laboral, el resto de indicadores continúan arrojando cifras "preocupantes". Por ejemplo: el 50,8% de los jóvenes que trabajan a tiempo parcial en la Comunitat Valenciana lo hacen de manera involuntaria. Es decir, preferirían hacerlo a jornada completa si tuvieran la oportunidad.

Además, el salario medio que perciben los valencianos menores de 30 años es de 805 euros, una cifra que refleja la pérdida de poder adquisitivo respecto del año anterior y que está por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (1.080 euros) y la media estatal (902 euros).

En cuanto a la subocupación, que representa a aquellas personas que trabajan menos horas de las que quieren o pueden, la cifra se sitúa en el 16,7%. Además, el 44,5% de la población joven asalariada está sobrecualificada para el trabajo que desarrolla.

Así, Martínez señala que la falta de trabajos de calidad, con contratos indefinidos a jornada completa para aquellos jóvenes que lo desean, y de salarios dignos que se correspondan con el coste real de la vida generan "inestabilidad económica e incertidumbre sobre el futuro, dos cuestiones que impiden poner en marcha el proyecto vital de miles de personas jóvenes de manera autónoma".

El otro gran obstáculo a la emancipación es la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda, ya que deben destinar el 72,3% de su salario a pagar el alquiler si se emancipan en solitario y un 37,6% si comparten piso, cuando la recomendación del Banco de España es que este gasto no suponga más del 30% del sueldo. 

Estas cifras han empeorado respecto a 2021 como consecuencia de la inflación y un crecimiento "desmesurado" del coste de la vida en comparación con los salarios de los jóvenes.

En concreto, se han encarecido el precio del alquiler y de la compraventa de viviendas un 11,84% y un 5,69% respectivamente, así como el coste de los suministros básicos como el agua, el gas o la electricidad un 6,91%. Al mismo tiempo, la juventud valenciana ha perdido un 5,04% de poder adquisitivo en un año, puesto que los salarios han crecido mucho menos de lo que lo ha hecho los bienes y servicios si se coge como referencia el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Objetivos: mercado laboral y vivienda protegida

El Consell de la Joventut de la Comunitat reclama "cambios estructurales que tengan un impacto profundo en el mercado laboral y de la vivienda", con medidas como la regulación de los alquileres, más VPO, el aumento del salario mínimo o la prohibición de prácticas no remuneradas.