Andrew Tate perdió su amplia colección de coches deportivos en diciembre de 2022 después de que las autoridades rumanas decidieran incautarle todos sus bienes como parte de la investigación por trata de personas. 

Entre la lista de vehículos, se encontraba el conocido Bugatti Chiron, valorado en más de dos millones de dólares. Ahora que ha salido de la cárcel, ha decidido comprar 10 nuevos Bugattis, pero mucho menos lujosos. 

El polémico influencer, que continúa bajo arresto domiciliario en su casa de Budapest, ha asegurado en sus redes sociales que ha invertido 12.000 dólares en una nueva flota de diez vehículos. 

Se trata de diez patinetes eléctricos que cuesta 1.200 dólares cada uno, ya que pertenecen a la misma marca de automóviles. Un nuevo medio de transporte que, de momento, solo puede usar para pasear por su jardín. 

Aun así, ha sido suficiente para asegurar que es "el hombre más rápido del mundo". "¿Cuánto tardarán en hacernos otra redada y quitárnoslos?", se ha preguntado. 

"Nos vemos en la siguiente redada", le ha comentado directamente a DIICOT, la oficina de investigación de crimen organizado de Rumanía. Está claro que su objetivo en redes sociales es seguir molestando e intentando humillar a las autoridades del país, para desprestigiar las pruebas que tienen en su contra.