Disponer de una vivienda para alquilar se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para muchos propietarios en los últimos tiempos. El temor ante posibles impagos de las mensualidades o destrozos en el hogar frenan en infinidad de ocasiones las intenciones del arrendador de poner en el mercado su inmueble pese al coste económico que le supone. 

Porque tener un piso vacío no sale gratis. Conlleva unos gastos periódicos ineludibles de comunidad y suministros (agua, luz, gas...) que se incrementarían con el pago de la hipoteca en caso de tenerla. 

Ante esta situación, muchos propietarios están optando por contratar un seguro de impago del alquiler, un producto cuya contratación ha mostrado una tendencia al alza tras el estallido de la pandemia del coronavirus y que en 2022 ha alcanzado el 6% del total de los alquileres, según datos del Observatorio Español del Seguro del Alquiler (OESA), que prevé que en 2025 este porcentaje será superior al 10%. En España, el número de viviendas alquiladas supera los dos millones, tal y como refleja la Agencia Tributaria. 

En qué casos podrán los propietarios subir el alquiler al 10% con la nueva ley de vivienda

"El seguro de impago del alquiler protege al propietario ante posibles inquilinos morosos que no paguen su alquiler mensual, cubriendo el pago de las rentas que se deben hasta un máximo del número de mensualidades conforme se establezca en la póliza de seguros. Esta es la cobertura principal y el gran atractivo de este tipo de seguros", explican desde el BBVA.

Este producto, además del citado pago de las mensualidades recogidas en el contrato igualmente contempla una cobertura jurídica para la reclamación al inquilino de las cuotas impagadas (antes de la condena judicial o una sentencia de desahucio) y los desperfectos o daños materiales en la vivienda en caso de que los hubiese.

"La compañía aseguradora también realiza los trámites legales necesarios para obtener la orden y/o sentencia de desahucio del inquilino moroso, para que el propietario pueda disponer de su vivienda lo antes posible", precisa BBVA. 

Según el informe El seguro de alquileres elaborado por UNESPA, la patronal del seguro que representa el 96% del mercado, los inquilinos morosos dejan de media a sus caseros impagos por importe de casi 3.200 euros, mientras que los daños en el inmueble rondan los 340 euros. 

Los inquilinos morosos dejan de media a sus caseros impagos por importe de casi 3.200 euros

Para contratar este producto podemos acudir a cualquier compañía de seguros que ofrezca este servicio. Hay algunos bancos que igualmente disponen de este seguro para sus clientes debido a que tienen acuerdos con compañías especializadas del sector, como es el caso de Ibercaja con el Seguro Protección de Alquileres de Caser. 

El precio de un seguro de impago de alquiler dependerá de las tarifas de cada compañía y de las coberturas contratadas. Como es lógico, es más caro contratar una cobertura de impago de 12 meses que una de seis; o el coste se dispara si se incluyen las deudas de suministros del inquilino o los posibles actos vandálicos cometidos en el piso. 

Según Selectra, empresa especializada en la comparación de tarifas, el coste medio de un seguro de este tipo rondaría el 4% de la cuantía anual del alquiler. Es decir: si un inquilino paga 12.000 euros anuales por vivir en la vivienda, el precio del seguro de impago sería de 480 euros al año. 

20M EP

El seguro limitado que ofrece el Gobierno

El Gobierno, por su parte, ha incluido en el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, regulado en el Real Decreto 42/2022, de 18 de enero, un seguro de impago del alquiler destinado a mayores de 18 años. 

Esta ayuda, no obstante, está limitada a hogares cuya renta anual no supere tres veces el IPREM (25.200 euros en 14 pagas), aunque puede elevarse hasta cinco veces el IPREM (42.000) en el caso de que en el núcleo familiar haya personas con discapacidad o víctimas de terrorismo.

La subvención, de cuya gestión se encargan los diferentes gobiernos autonómicos, no contempla alquileres superiores a 600 euros al mes o de 300 en caso de que lo que arriende sea una habitación. En el caso de zonas muy tensionadas, el límite máximo para alquilar podría subir hasta 9000 euros. La ayuda permite cubrir toda la prima anual de la póliza, con un tope del 5% sobre la renta anual que debe satisfacer el inquilino.