Los concursantes de Supervivientes se batieron en duelo durante la noche del martes en la prueba de recompensa. Los dos ganadores conseguirían una baleada hondureña para ambos y obtendrían doce más al día siguiente.

La prueba consistió en aguantar un tótem sobre una estructura que iba siendo más alta a medida que la presentadora lo indicaba. Un juego donde el equilibrio y la perspicacia fueron cruciales.

Primero participaron los cinco concursantes cuya altura era menor a 1'75 metros: Ginés, Adara, Yaiza, Manuel y Alma. La prueba fue larga, quedando el tenso final entre Ginés Corregüela y Alma. "Llevan más de dos metros y medio", anunció Madrueño al final.

Míriam, hija de Ginés, se alegró por su padre desde el plató. Asimismo, criticó que el recorrido de su padre se basaba en la supervivencia, sino en el cotilleo: "Por fin se le ve como un Superviviente, y ojalá haga supervivencia en el concurso".

Por otro lado, Jonan Wiergo ganó la prueba del equipo más alto. Ambos concursantes compartieron la baleada, que tuvieron que comerse en menos de un minuto, aunque les sobró la mitad del tiempo.