OPINIÓN

Inteligencias varias

FILED - 25 January 2023, Hesse, Darmstadt: A person uses the text software ChatGPT of the AI research and deployment company OpenAI. Photo: Frank Rumpenhorst/dpa (Foto de ARCHIVO) 25/1/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
Una persona usa en su ordenador ChatGPT
DPA vía Europa Press
FILED - 25 January 2023, Hesse, Darmstadt: A person uses the text software ChatGPT of the AI research and deployment company OpenAI. Photo: Frank Rumpenhorst/dpa (Foto de ARCHIVO) 25/1/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN

En enero de este año, con la mirada puesta en una recién nacida IA, sometieron a una de las más populares, ChatGPT, un sistema de inteligencia artificial que usa un sistema similar a un primitivo modelo neuronal, a un examen de historia semejante al que se emplea en selectividad. Los evaluadores de la EvAU que lo corrigieron dieron un aprobado pelado; de entonces a aquí los alumnos que se preparan para esa prueba habrán mejorado en análisis y conocimientos, y al parecer la inteligencia artificial ha hecho lo mismo: quizás ahora obtendría un aprobado más holgado. O no, ya que las IA incorporan datos sin discriminar su relevancia y su fiabilidad. Y es precisamente en la historia donde se está librando una de las más feroces batallas por la modificación del pasado y la creación de bulos cada vez más disparatados.

Las IA, o quienes las usan, muestran una dedicada obsesión por los procesos creativos: prometen que cualquiera creará ilustraciones, fotografías (una de ellas acaba de obtener el premio Sony World Photography, si bien su autor renunció a él), novelas y poemas. Sería interesante echar un vistazo a las vocaciones frustradas de quienes las usan, y a sus aspiraciones de éxito. De momento, en cuanto a su utilidad práctica, las IA accesibles al gran público se muestran como sistemas caprichosos, diletantes, que no abordan lo que permitiría que un artista se dedicara a lo suyo.

La IA es un dandi del siglo XIX, un aficionado jugando a sus cosas. No factura por FACe, no tiende lavadoras, no sustituye los cuidados, no allana el tortuoso camino de sacar un billete de tren en la web de Renfe. Para eso no, para eso precisamos aún de la inteligencia y la paciencia cotidiana; no parece muy glamuroso ahorrar esfuerzo en algo que, total, ya hacen por cuatro duros las secretarias, las cuidadoras, las limpiadoras, esas en quienes nunca piensa nadie.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento