Los agricultores de regadío mandan un SOS al Gobierno: "No somos culpables de la sequía en España, somos los primeros sufridores"

Tierras de regadío en la zona de Miajadas (Cáceres)
Tierras de regadío en la zona de Miajadas (Cáceres)
Europa Press
Tierras de regadío en la zona de Miajadas (Cáceres)
Serán más de 1.800 millones de euros en ahorro del IRPF, una ayuda que se ha aprobado en el Consejo de Ministros y que va a beneficiar a más de 800.000 mil personas del mundo del campo
ATLAS. FOTO: EP

"La situación actual es grave y se está agravando semana a semana debido a la falta de lluvia", afirma con rotundidad el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, que este martes ha enviado un SOS al Gobierno para que tome medidas urgentes para paliar los efectos de "una de las peores sequías que se recuerdan".

"La cuenca que está peor es la del Guadalquivir, con una sequía muy acusada y que solo dispone de alrededor del 12% de la dotación para riego de un año normal. También las cuencas internas de Cataluña, que solo tienen un 26% de los recursos acumulados; o la del Guadiana, con un 34%", explica Del Campo.

"En el caso del Guadalquivir y el Segre, la situación es dramática, puesto que las dotaciones para riego son prácticamente nulas y no solo grandes zonas regables van a perder sus cosechas, sino que también se va a morir el arbolado por falta de agua", advierten desde la patronal de regantes. 

"Solo en la cuenca de Guadalquivir se estiman unas pérdidas superiores a los 3.000 millones de euros, que pueden ser aún más si no llueve en las próximas semanas, cuando la media de pérdidas por sequía era de unos 1.500 millones a nivel nacional", añaden. Recuerdan, asimismo, un reciente informe de la Universidad Loyola que calcula que la sequía lastrará el 7% del PIB de Andalucía.

En ese sentido, reclaman al Ejecutivo medidas urgentes como la exención de los cánones y tarifas de utilización del agua para que los afectados "no paguen por un agua que no están utilizando"; la aplicación de un IVA reducido del 5% al suministro de energía para el regadío; exención del IBI; apoyar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo; o la flexibilización de ayudas de la Política Agraria Común (PAC).

Solo en la cuenca de Guadalquivir se estiman unas pérdidas superiores a los 3.000 millones de euros"

Asimismo, abogan por una nueva regulación para la reutilización de aguas regeneradas y piden la apertura de pozos subterráneos de emergencia en situaciones de crisis como la actual.

"La sequía está provocando auténticos dramas entre miles y miles de regantes. El problema del agua es complejo y requiere de soluciones complejas, pero desde el mundo de la política se intenta simplificar y se hace mucha demagogia", denuncia Juan Valero, secretario general de Fenacore.

"Somos el regadío más moderno del mundo"

Valero también lamenta que algunos políticos acusen al regadío de consumir demasiada agua: "Se está engañando a la opinión pública porque los regadíos no son los culpables de la sequía en España, sino que son los sufridores, porque cuando falta agua son los primeros que sufren las restricciones. Nos quedamos sin regar para garantizar el abastecimiento de la población y unos caudales ecológicos que ya han hecho perder un 16% de disponibilidad de agua en España".

Asegura que "España tiene un porcentaje de superficie de regadío inferior al de otros países mediterráneos que están en la misma situación, como Italia o Grecia" y defiende que el regadío español es el único consumidor de agua que ha logrado reducir su demanda: "Algunos grupos ecologistas lanzan el mensaje de que se dedica mucha agua al regadío, pero en España el agua dedicada al regadío ha bajado un 15% en los últimos 25 años, mientras que el resto de demandas (abastecimiento, usos turísticos, recreativos, caudales ecológicos...) se han incrementado".

Del Campo hace hincapié en que España "tiene el regadío más eficiente del mundo, con más de un 75% modernizado y un 55% mediante sistema de riego por goteo, algo que no existe en otros países". Y subraya que a pesar de haber reducido el consumo de agua, el sector "ha aumentado la productividad".

Modernizar las infraestructuras y los embalses

La patronal de regantes también reclama medidas estructurales para hacer frente a sequías futuras, entre ellas un gran plan hidrológico nacional que coordine las diferentes cuencas hidrográficas. 

Y defienden que los embalses "son imprescindibles en un país como España", a pesar de que algunos sectores políticos los estén denostando. "Debido a nuestro clima, en España vivimos gracias a los embalses y las obras de regulación. Tanto es así, que el 80% del agua que consumimos depende de los embalses", señala Del Campo.

"En estos momentos los embalses están denostados, parece que sean una cosa de otro tiempo, pero la política del agua hay que estudiarla sin prejuicios ideológicos. Hay que decirle a los españoles que sin embalses no podemos beber porque vivimos en un país seco", destaca Valero. 

Desde Fenacore también cargan contra los caudales ecológicos que se establecen mediante "requisitos demasiado estrictos" y que "no tienen ningún beneficio para el medioambiente". "Todos tenemos conciencia ecológica, pero tenemos que ser prudentes. Hay objetivos que no son alcanzables", añade.

"Doñana no se seca por 750 hectáreas"

Sobre la polémica en Doñana por el uso del agua, una guerra abierta entre el Gobierno y la Junta de Andalucía, Valero señala que el debate "se ha politizado y se está utilizando como arma por todas las partes". 

Defiende, sin embargo, que el regadío tampoco es el responsable de los problemas del Parque Nacional: "Estamos hablando de 750 hectáreas que van a consumir 6.000 metros cúbicos. El problema de Doñana es que la falta de lluvia ha provocado que la zona de inundación habitual se ha reducido una barbaridad, pero lanzar la imagen de que por 750 hectáreas se está secando, es falso".

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