Sarah Morris Corresponsal británica en España
OPINIÓN

Patatas sin cheddar ni beicon, los indicadores más reveladores para las elecciones de mayo

Patatas fritas con bacon, queso fundido y salsa ranchera.
Patatas fritas con beicon y queso fundido.
Getty Images
Patatas fritas con bacon, queso fundido y salsa ranchera.

Muchos británicos irán a votar con hambre el 4 de mayo en las elecciones locales. Son personas como Jane y su marido que, dada el alza del precio de la calefacción y de los alimentos básicos, llevan medio año cenando patatas asadas con alubias de lata todos los días. "Dos veces la semana añadimos queso porque nos sentimos forrados y, si es un acontecimiento muy especial, atún de lata", contó Jane a la BBC Radio 5. Toman una tostada por la mañana y se saltan los almuerzos.

Jane no es la única que está tomando decisiones así de duras para llegar a fin del mes. Los precios de la comida han subido de forma nunca vista desde los años 70. El coste medio del queso británico más querido, el cheddar, se ha incrementado un 49%, como contó The Times este fin de semana. 

En un supermercado, una marca conocida de cheddar de Gales vale 2 euros cuando costaba 1,13 el año pasado, un aumento de 80%. "El queso se ha convertido en el símbolo de la inflación creciente", comenta el periódico conservador.

Otro símbolo lo ofrece la agencia económica norteamericana Bloomberg que publica un grafico llamativo, mostrando que el famoso desayuno completo inglés de huevos, salchichas, beicon, alubias, champiñones y tomates subió en marzo un 23% comparado con el año pasado; la mayor alza desde que Bloomberg empezara el índice del desayuno. 

Comprando todos los ingredientes para el desayuno, incluyendo la leche para la taza de té, cuesta por lo menos 40 euros, cuando en 2013 la cesta salía por unos 34. Lo que más ha subido es el precio del pan, los huevos y la leche, incluso vendiendo la leche fresca en los supermercados por debajo del precio de coste para atraer a clientes que compran otros productos que dan más beneficios al supermercado.

Los precios de los alimentos están también disparatados en muchos otros países europeos, incluyendo España. El mismo Bloomberg empezó el 'Índice Paella' en diciembre, midiendo los cambios de precio en estos tiempos complicados. "Preparar al plato nacional español…es un 18,5% más caro que hace un año", contó Ainhoa Goyeneche. 

Estos índices simbólicos muestran de forma visual que, aunque la inflación se está moderando por un descenso de los precios de la electricidad y los carburantes, las familias aún sufren a la hora de ir de compras.

Además, en el Reino Unido, hay otros factores como un uso más intenso de gas natural y la falta de trabajadores por enfermedades y por el Brexit, que hace que sea el único país en Europa occidental con una tasa de inflación de más del 10%. 

Con un CPI de marzo de 10,1%, más que el triple de la tasa de España (3.1%), las hipotecas también suben. El Partido Conservador británico podría recibir un castigo en buena parte de los 8.000 escaños que se pelean en poco más que una semana.

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