José Luis Martínez-Almeida tiene planes para el paseo de la Castellana. Si el alcalde y candidato a la reelección por el PP revalida finalmente su cargo, cubrirá el tramo final de la avenida, creando un nuevo espacio público "verde" que una el barrio de La Paz (en Fuencarral-El Pardo) con el barrio de Castilla (en Chamartín). Su idea pasa por construir una plataforma de más de un kilómetro y medio de longitud, desde la calle Sinesio Delgado hasta La Paz, con una superficie aproximada de 60.000 m2. Esta será nutrida de espacios ajardinados y nuevo arbolado, pero también mantendrá un carril para el transporte público, otro para la bici y un tercero por el que circulen el tráfico local de vehículos privados.

Almeida ha pronunciado su promesa en el transcurso de un acto en el que ha abordado el futuro de este espacio de la ciudad junto al presidente de la asociación Madrid Capital Mundial de la Ingeniería, Construcción y Arquitectura, a David García, y la responsable de Sectorial de su campaña, Paloma García Romero. Desde la misma Castellana, el  alcaldable popular se ha comprometido "a coser otra brecha urbana de la ciudad", facilitando la "regeneración y reactivación de todo este entorno urbano y conectando barrios y equipamientos históricamente separados", como el hospital de La Paz, las cinco Torres y el parque Caleido con el mercado de San Cristóbal, la estación de Chamartín y el nuevo Parque Central.

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De esta manera, prevén establecer circulaciones rodadas a dos niveles: a cota de calle, con un máximo de dos carriles por sentido (un carril bus y uno de tráfico privado), y bajo rasante, mediante la continuación del tronco central de Castellana con entradas y salidas a las infraestructuras de alta capacidad de Calle 30, M-607, M-11 y A-1, incluyendo rampas de acceso desde el eje viario transversal de Sinesio Delgado.

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El epicentro de Madrid Nuevo Norte 

Con su propuesta, Almeida confía en obtener diversos resultados. Por un lado, espera que la renaturalización de la Castellana potencie las actividades económicas por las sinergias que se crearán entre los espacios terciarios existentes con los nuevos a crear en el Centro de Negocios de Madrid Nuevo Norte. 

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Y por otro, aspira a que, además de posibilitar la permeabilidad entre los espacios a ambos lados del paseo, su actuación tenga "una importante carga simbólica" como final norte de una avenida que nace en el sur, junto a la estación de Atocha, en pleno Paisaje de la Luz, y que se ha ido configurando en el tiempo, por tramos comprendidos entre plazas representativas de la ciudad: Carlos V, Neptuno, Cibeles, Colón, etc. Esta última, ajardinada, representará el final de este gran eje y el epicentro de la nueva centralidad que se conformará con el desarrollo de Madrid Nuevo Norte.