El Gobierno convoca ayudas de hasta 200.000 euros para que las pymes industriales prueben la semana laboral de 4 días

El nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, durante una sesión plenaria en el Congreso.
El nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, durante una sesión plenaria en el Congreso.
EDUARDO PARRA / EP
El nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, durante una sesión plenaria en el Congreso.

El Gobierno ha lanzado una convocatoria de 9,6 millones de euros en subvenciones para que las pymes industriales prueben la semana laboral de cuatro días. Así lo ha comunicado este jueves el Ministerio de Industria, que ha publicado esta mañana la convocatoria con los requisitos para solicitar las ayudas en el BOE. Se trata de un proyecto piloto parecido a los que se han visto en Reino Unido o en el Ayuntamiento de Valencia para que las compañías experimenten los efectos en su negocio de reducir las horas trabajadas sin que esto repercuta en la retribución de los empleados.

Las bases de la convocatoria establecen que las empresas que se presenten podrán optar a una financiación pública de hasta el 90% de su plan de reducción de jornada, con un máximo de 200.000 euros por empresa. Con estas cifras, si se otorgaran todas las subvenciones en su importe máximo, el número de compañías elegidas para el proyecto piloto sería de 48.

Las empresas que quieran acogerse al programa deberán comprometerse a reducir al menos un 10% la jornada laboral de sus trabajadores durante un mínimo de dos años y estas reducciones solo podrán afectar a empleados con contrato indefinido a tiempo completo. Las reducciones de jornada en ningún caso podrán perjudicar al salario y deberán aplicarse de forma proporcional en función de la composición de género de la plantilla, según explica el ministerio que dirige Héctor Gómez desde hace poco más de dos semanas.

La convocatoria exige que el plan afecte a un mínimo de trabajadores en la plantilla. En el caso de las pymes con menos de 20 personas en plantilla, las reducciones de horario deberán afectar al menos al 30% de los asalariados, mientras que las pymes de más de 21 empleados deberán aplicar la medida al menos al 25% de sus trabajadores. Estos porcentajes se calcularán respecto al total de la plantilla, aunque los alivios de jornada solo se apliquen a los trabajadores indefinidos a tiempo completo. Los costes salariales que suponga para la empresa la reducción de jornada solo serán subvencionables durante el primer año.

Además, las pymes beneficiarias deberán adoptar "medidas organizativas o formativas" para optimizar el tiempo de trabajo destinadas a mejorar la productividad mientras dure el proyecto. Y deberán contar con indicadores para evaluar cómo ha evolucionado la productividad de la empresa mediante evaluaciones periódicas. 

Las pymes interesadas tienen hasta el 13 de mayo para presentar sus solicitudes, que deberán venir acompañadas de una memoria que detalle cómo se aplicarán estas reducciones de jornada. Las ayudas las entregará la fundación Escuela de Organización Industrial (EOI), un organiso público enfocado en la innovación tecnológica y medioambiental que se encuentra bajo el paraguas del Ministerio de Industria. Las subvenciones se otorgarán en régimen de concurrencia competitiva. Es decir, de entre todas las solicitudes presentadas se concederá la ayuda a las empresas que mejor se ajusten a los criterios exigidos por Industria.

En su evaluación, Industria otorgará especial importancia a que la viabilidad del proyecto esté justificada. También sumará puntos la solidez financiera de la compañía, sus resultados, su enfoque en la innovación o el porcentaje de trabajadores que se vean afectados por la reducción de jornada.

Según la estadística de pymes que publicó el Ministerio de Industria el mes pasado, en España hay un total de 172.148 pequeñas y medianas empresas industriales. El 81,4% de ellas son microempresas o pymes sin trabajadores y solo un 3,3% del censo tiene más de 50 trabajadores en plantilla.

Reino Unido y Valencia, pioneros

El proyecto piloto que ha lanzado Industria tiene algunos precedentes cercanos. En el Reino Unido, el Gobierno lanzó un plan parecido en el que 61 empresas pudieron experimentar con una jornada laboral reducida. La medida fue bien recibida por los trabajadores  —el 40% declaró que estaba menos estresado y dormía mejor— y por las propias empresas, que optaron por mantener la jornada reducida más allá del piloto salvo en cinco ocasiones.

El experimento británico se ha leído como un caso de éxito, pero también ha despertado algunas voces críticas por su diseño. Los críticos del estudio sostienen que existe un importante sesgo de autoselección en la investigación. Es decir, que las empresas que opositaron al proyecto tenían más interés en participar en él que otras que no se presentaron. De esta forma, las empresas que no ven viable esta reducción de jornada no se interesaron por la convocatoria por lo que los resultados no serían representativos.

El experimento más reciente y más próximo se puso en marcha la semana pasada en Valencia. Aprovechando los festivos de abril y mayo, la ciudad encadenará cuatro semanas consecutivas en las que se trabajará solo cuatro días. Un acontecimiento que el Ayuntamiento aprovechará para evaluar cómo afecta la semana de cuatro días a la productividad, el ocio, la movilidad, la economía o la salud.

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