Una de las cosas por las que más se recuerda a la reina Isabel II es por su amor por sus perros de la raza corgi. Cuando la monarca murió el pasado mes de septiembre, fue Sarah Ferguson, exnuera de la reina, la que adoptó a Muick y a Sandy, las mascotas de la monarca.

La duquesa de York, de 63 años, reveló en una entrevista con el periodista Rylan Clark en su programa de la emisora BBC Radio 2. Los perros fueron trasladados a Royal Lodge, la casa de Windsor que comparte con su exmarido, el príncipe Andrés.

"Son geniales, están muy felices y sus colas se han levantado ahora, así que creo que han superado su duelo", dijo Sarah Ferguson acerca de los dos pequeños perros.

Al describir a los dos corgis, Sarah Ferguson dijo que son "muy dulces". "Creo que han sido entrenados por ella (la reina) para ser muy amables", añadió la duquesa de York.

El amor de Isabel II por los perros viene de lejos. A los 18 años tuvo perros de esta raza, aunque también ha tenido otros. Con su muerte, el pasado 8 de septiembre, dejó atrás cuatro perros: dos corgis, un dorgi (mezcla de corgi y perro salchicha) y un cocker.

De los tres primeros se hicieron cargo los duques de York, el príncipe Andrés y su exesposa, Sarah Ferguson.