En realidad hay tiroteos todos los días... en Estados Unidos. La prueba de que esta pesadilla es un como un bucle sin fin es que estamos hablando de la joven que este lunes mató a tres niños en Nashville (Tennessee), cuando ya ha habido otro tiroteo. Ha sido este martes en un club nocturno de Hyattsville (Maryland) y se ha saldado con un muerto y tres heridos.
Las estadísticas dicen que de media en EE UU mueren cada día más de 100 personas a causa de la violencia con armas de fuego. Bien es cierto que 64 de ellas fallecen por suicidio. Aún así quedan 39 que pierden la vida en un homicidio y 3 por otras formas de violencia con armas de fuego.
En lo que va de 2023, incluyendo el tiroteo de la escuela de Covenant de Nashville, ya han muerto por arma de fuego 192 personas, según datos del Gun Violence Archive (GVA), un grupo sin ánimo de lucro que investiga la violencia armada a partir de informes policiales, noticias y otras fuentes públicas. 192 muertos en solo 87 días (incluyendo suicidios).
130 tiroteos masivos en sólo 87 días
Hay varias definiciones en EE UU de lo que se considera un tiroteo masivo, pero la más extendida es la de un evento en el que mueren o resultan heridas de bala cuatro o más personas, excluyendo al tirador.
En esta definición, la del GVA, las víctimas deben haber sido víctimas de disparos en el mismo lugar y aproximadamente al mismo tiempo. Sin embargo, el servicio de investigación del Congreso de los EE UU incluye en su definición la presencia de víctimas mortales.
Si tomamos como medida la del GVA, en EE UU en lo que ha transcurrido de 2023 ya se han producido 130 tiroteos masivos (esto es, con al menos 4 muertos o heridos). En todo 2022 se contabilizaron 647.
De ese total de tiroteos masivos con víctimas mortales y/o heridos, contando con el de Nashville, este año se han producido 13 en escuelas infantiles, según datos de Education Week.
Los tiroteos más cruentos del año
De los 130 tiroteos masivos de 2023, estos que siguen han sido los más graves:
4 de enero, Enoch (Utah)
Ocho personas, todas de la misma familia, murieron en el interior de una vivienda en lo que la policía calificó de asesinato-suicidio. Entre las víctimas había cinco niños de edades comprendidas entre los 4 y los 17 años.
16 de enero, Goshen (California)
Cuatro miembros de una misma familia murieron tiroteados por dos intrusos en el interior de una vivienda del valle de San Joaquín. Entre los muertos había una mujer de 72 años que dormía en la cama; una madre adolescente y su bebé; y un hombre de 19 años.
21 de enero, Monterey Park (California)
Un hombre armado de 72 años mató a 11 personas e hirió al menos a otras nueve en una sala de baile donde se celebraba el Año Nuevo Lunar. El pistolero fue hallado muerto un día después por una herida de bala autoinfligida.
23 de enero, Half Moon Bay (California)
Siete personas resultaron muertas por disparos y una fue trasladada a un hospital con heridas mortales después de que un hombre armado abriera fuego en dos granjas.
28 de enero, Los Ángeles (California)
Tres personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un tiroteo en un apartamento de un barrio de lujo cerca de Beverly Hills.
1 de febrero, Washington, D.C.
Un hombre armado atacó a varias personas en un autobús y en el interior de una estación de metro. Un empleado que intentó intervenir murió y otras tres personas resultaron heridas.
13 de febrero, East Lansing (Michigan)
Tres estudiantes murieron y otros cinco resultaron heridos en tiroteos en dos edificios del campus de la Universidad Estatal de Michigan. El autor de los disparos se suicidó después.
17 de febrero, Condado de Tate (Mississippi)
Un hombre de 52 años mató a seis personas en una zona rural de Mississippi. Entre los fallecidos, su ex mujer y dos hermanos de unos 70 años.
4 de marzo, Douglasville (Georgia)
Dos adolescentes fueron asesinados en una fiesta de cumpleaños por los disparos de un hombre armado. Otros siete resultaron heridos.
27 de marzo, Nashville (Tennessee)
Una mujer transgénero de 28 años mató a tres menores y tres adultos en una escuela primaria privada y cristiana de Covenant. La asaltante, que portaba dos rifles de asalto y una pistola, fue abatida por los agentes.
Menos restricciones, más disparos
Pese a este terrible y permanente rosario de disparos, heridos y muertos, para la mitad de los estadounidenses la posesión y venta de armas es un asunto innegociable. Millones de ellos consideran que las armas fueron un elemento básico en el génesis de su nación y que, por lo tanto, son inherentes al hecho mismo de ser "estadounidense".
El índice de agresiones con disparos aumentó un 9,5% en los 34 estados que suavizaron las restricciones para llevar armas de fuego en público
Y sin embargo, la realidad ha demostrado que con menos restricciones a la compra y uso de armas de fuego siempre hay más tiroteos. Un reciente estudio de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins ha revelado que el índice medio de agresiones con armas de fuego aumentó una media del 9,5% después de que 34 estados suavizaran las restricciones para llevar armas de fuego en público.
La investigación muestra que la adopción de leyes menos restrictivas se asociaba a un aumento del 24% en la tasa de agresiones con armas de fuego (12,75 por 100.000) cuando las personas condenadas por delitos menores violentos podían obtener permisos de tenencia oculta. En cambio, en los estados donde se exige formación en seguridad no se producía ese aumento de agresiones con armas de fuego.
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