La aparición de las cocinas fantasma en algunos barrios de Madrid ha desembocado en numerosas quejas vecinales. En esta línea, desde Más Madrid han elaborado una propuesta para aprobar un plan especial que pretende regular la actividad de estos negocios y la forma en la que pueden instalarse en zonas residenciales.
El auge de estas empresas en 2020 y la falta de una regulación concreta, según indican desde Más Madrid, ha provocado que este tipo de locales aparezcan en zonas residenciales sin tener en cuenta si están cerca de un colegio o de un centro sanitario, por ejemplo. Uno de los casos más sonados fue cerca del CEIP Miguel de Unamuno, donde 13 chimeneas daban al patio de los niños pequeños.
Edu Rubiño, portavoz de la campaña municipal de la formación política, critica que "las cocinas son un peligro, una fuente de innumerables problemas de inseguridad por el constante flujo de motos, malos olores, humos, ruidos e incendios y no puede ser que a estas alturas sigan sin tener una regulación que defienda a los vecinos". "Nuestro propuesta es posible y pondría fin a este descontrol que está amargando la vida a miles de madrileños", añade.
Actualmente, las cocinas fantasmas están regidas por la moratoria que aprobó el Ayuntamiento de Madrid en el año 2021. Sin embargo, tiene como fecha de caducidad el próximo mes de agosto. Por este motivo, Más Madrid presentará en el próximo Pleno de Cibeles un plan especial como solución a largo plazo. La ordenanza establece que en las zonas residenciales no puede haber más de cuatro cocinas en establecimientos que tengan una superficie menor a 350 m2. Tampoco podrán estar situadas a menos de 500 metros de centros educativos o sanitarios y será obligatorio presentar informes de movilidad e impacto de medio ambiente para su implantación.
Distancias, número de cocinas e informes
La ciudad de Madrid, según los datos de la formación de Rubiño, tiene cerca de 180 cocinas industriales ubicadas en 20 emplazamientos distintos. Desde Cibeles, defienden que son 13. El barrio de Tetuán es uno de los más castigados, ya que solo allí hay 15 locales. Desde Más Madrid, defienden que "el Gobierno llegó a esta tema tarde y mal", ya que, durante mucho tiempo, "hubo barra libre en la ciudad para instalarlas en cualquier sitio". Argumentan que las dark kitchen provocan en los vecindarios malos olores, humos, ruidos, atascos, suciedad, ocupación de la calzada y la acera por los repartidores o la invasión de las entradas de garajes y portales.
Ante el fin de la moratoria, proponen un plan específico que "aborde el problema y garantice la seguridad de los vecinos". La primera medida establece que "en las zonas residenciales no pueda haber más de 4 cocinas en superficies menores de 350 m2". Además, piden que sea también en ese espacio donde se ubiquen las zonas de carga y descarga de los riders. Por otro lado, en su planteamiento formulan la prohibición de instalar "cualquier cocina de este tipo a menos de 500 metros de centros educativos o sanitarios" u otro tipo de equipamientos sensibles.
Otra de las sugerencias es que no esté permitido que "haya varias cocinas industriales juntas". Esto se traduce en que tendrían que estar separadas unas de otras por una distancia mínima de 500 metros. También piden que sea obligatorio presentar "informes de movilidad e impacto ambiental para la implantación de este uso" y una limitación del horario de funcionamiento que comience a las 10.00 horas y termine a las 22.00- aunque desde el Ejecutivo municipal aseguran que es competencia de la Comunidad y no suya.
Por último, quieren que el Ayuntamiento lleve a cabo tareas de vigilancia y control de los posibles impactos negativos que pudiese tener la actividad, como contaminación acústica, impacto en la movilidad, limpieza y residuos, humos y emisiones.
Este plan especial también se aplicaría a las cocinas industriales que ya están en funcionamiento. Sin embargo, desde Más Madrid apuntan que habría un régimen transitorio de un año que permita su adaptación a la nueva normativa desde su entrada en vigor. También plantean la revisión de las cocinas que ya hay en marcha y de las licencias con las que ejercen su actividad.
La última de las propuestas de Más Madrid reside en la revisión de la definición de las cocinas fantasmas con el objetivo de que no pueda producirse ninguna confusión con usos terciarios. Defienden que "debería quedar bien regulado como se producen la mezcla de distintos usos dentro del local evitando que existan ambigüedades a la hora de plantear si el uso es industrial o terciario".
Calendario para aprobar el plan especial
En la propuesta de Más Madrid, también se plantea un calendario tentativo para aprobar el plan especial. En primer lugar, defienden que el próximo 13 de abril tendría que ser la fecha en la que se diese la aprobación inicial en Junta de Gobierno. La segunda fecha clave sería el día siguiente, 14 de abril, cuando debería publicarse de manera urgente la normativa en el BOCM.
Del 15 de abril al 14 de mayo, se pondría a disposición de los ciudadanos la información que contiene la propuesta y sería también el plazo para recabar informes sectoriales. Por último, tendría que aprobarse definitivamente antes del 17 de agosto. De esta manera, tendría que ser en el último pleno de julio o en un pleno extraordinario en el mes de agosto.
Sin embargo, fuentes del Área municipal de Desarrollo Urbano apuntan que no sería viable cumplir con estos plazo debido a que para ello habría que redactar el plan especial y recabar informes sectoriales. Defienden que lo único que la única opción para poder desarrollar la regulación en esos tiempos sería con la aprobación de las normas urbanísticas que ya presentaron.
Fin de la moratoria de Almeida
El equipo de José Luis Martínez-Almeida, actual alcalde de la ciudad, trató de regular el funcionamiento de las cocinas fantasmas a través de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de 1997. Sin embargo, no salió adelante. Por ello, ampliaron la moratoria que se aplicaba desde el año 2021 un año más. Esta medida, por tanto, dejará de funcionar a partir del próximo 17 de agosto.
En la moratoria se incluía una medida con la que regular la actividad de los repartidores con el objetivo de que no obstruyesen la circulación. De esta manera, todas las cargas y descargas deben llevarse a cabo dentro del propio local. Además, la normativa limita también el número máximo de cocinas industriales que se pueden instalar en entornos residenciales.
Una de las principales críticas de Más Madrid a esta regulación es que no da solución a las cocinas que ya estaban implantadas. Opinan que es demasiado "laxa". Y es que la moratoria solo regula las nuevas dark kitchen que quieran abrir en la ciudad de Madrid y no las que ya están en marcha. Ante el fin próximo de la normativa, desde el grupo municipal de Rita Maestre, avisan de que es urgente implantar una nueva normativa, ya que "hay empresas esperando a instalar sus cocinas industriales
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