La ajedrecista iraní Sara Khadem y el Proyecto Esperanza contra la trata reciben los premios 8-M del Ayuntamiento de Madrid

Almeida junto a Sara Khadem e Iris Rodríguez, las dos mujeres que han recibido el premio Clara Campoamor en el Día Internacional de la Mujer
Almeida junto a Sara Khadem e Iris Rodríguez, las dos mujeres que han recibido el premio Clara Campoamor en el Día Internacional de la Mujer
Europa Press
Almeida junto a Sara Khadem e Iris Rodríguez, las dos mujeres que han recibido el premio Clara Campoamor en el Día Internacional de la Mujer

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha entregado este miércoles en nombre de todo el Ayuntamiento el XVIII Premio Clara Campoamor a la ajedrecista iraní Sara Khadem en representación de las mujeres de Irán y la Mención Honorífica al Proyecto Esperanza para el apoyo a mujeres que han huido de la trata de seres humanos. Lo ha hecho en el acto celebrado en el Palacio de Cibeles con motivo del Día Internacional de la Mujer. 

Bajo el lema 'El 8-M nos une' han querido rendir homenaje a todas las mujeres, especialmente a las más vulnerable, y poner sobre la mesa que se han producido muchos avances para que hombres y mujeres estén al mismo nivel social, "pero todavía quedan muchos para alcanzar la igualdad real", según ha indicado Ana Fernández, directora general de Políticas de Igualdad y contra la Violencia de Género.

La ajedrecista que jugó con la cabeza descubierta

El asesinato de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral iraní por no llevar puesto correctamente el hiyab desencadenó en todo el país fuertes protestas. Miles de mujeres salieron a la calle sin cubrirse la cabeza para reivindicar los derechos de las mujeres. Hubo otras personas que aprovecharon su popularidad para también realizar actos reivindicativos. 

Fue el caso de Sara Khadem, que ocupa el puesto 804 del mundo, según la Federación Internacional de Ajedrez. Llevaba viviendo toda su vida en Teherán, pero todo cambió el pasado 26 de diciembre. Decidió participar en el Mundial de Ajedrez Rápido en Kazajistán con la cabeza descubierta, algo que para el gobierno de su país fue una falta muy grave, por lo que se vio obligada a dejar su ciudad natal y exiliarse a España. 

Esta acción es la que ha llevado al Ayuntamiento de Madrid ha entregarle el premio Clara Campoamor. Sin embargo, Sara no ha querido ser la protagonista del acto, sino que ha querido poner el foco de nuevo en las mujeres que siguen viviendo en Irán y que tienen que soportar la represión de sus derechos. 

"Es importante reconocer los desafíos a los que muchas mujeres se siguen enfrentando en su búsqueda de la igualdad y la libertad", ha declarado. "En Irán, las mujeres han hecho contribuciones culturales significativas, pero también se han enfrentado a numerosas restricciones de sus libertades personales, incluida la ley del hiyab obligatorio", ha añadido. en honor a todas ellas ha recogido el premio que le ha entregado el edil. 

Al igual que han hecho las representantes del Proyecto Esperanza, ha querido mandar un mensaje de unidad. "Unámonos en apoyo de los derechos de las mujeres y trabajemos por un futuro en el que todas las mujeres puedan vivir libres de opresión y violencia", ha reclamado.

Mención Honorífica contra la trata de mujeres

El segundo galardón entregado lo han recogido Iris Rodríguez y Paula, la directora del Proyecto Esperanza y una mujer víctima de trata respectivamente. Villacís ha sido la encarga de otorgar este reconocimiento por la "ayuda que dan a las mujeres y por ser la persona que representa la cara más dura del machismo". Esta organización trabaja desde hace más de 20 años para ayudar a las mujeres víctimas de prostitución, explotación laboral en el servicio doméstico o de la criminalidad forzada.

Iris, durante su intervención, ha subrayado que el objetivo del Proyecto Esperanza es "enseñar, atender, estar al servicio de mujeres que han sufrido violencia física y emocional o la violación de sus derechos humanos que atenta directamente contra su dignidad, la trata de mujeres y niñas". El Ayuntamiento de Madrid ha querido reconocer de esta manera la labor que llevan a cabo desde esta organización. "Creemos que hay que situar a la persona en el centro de todas las acciones, interviniendo de una manera individualizada, con un equipo multidisciplinar, ofrecerles alojamiento y sus necesidades básicas". 

Paula, a quien Villacís ha definido como una mujer "valiente por ser capaz de testificar ante su propio verdugo", ha querido mandar un mensaje a todas las mujeres que luchan para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres: "juntas somos poderosas. Apoyémonos. No dejemos que otra mujer se hunda en el lodo".

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