Los usos incorrectos de la lengua son conocidos como “vicios del lenguaje”. En este artículo te voy a hablar de tres de ellos: la anfibología, el pleonasmo y el solecismo.

Anfibología

Anfibología es el término utilizado para describir una oración o frase que tiene más de un significado debido a la ambigüedad de su construcción gramatical. Esto puede ser causado por la falta de precisión en el uso de las palabras, la colocación de las palabras en una oración o la falta de contexto. Es importante tratar de evitar la anfibología en la escritura o en la comunicación oral, ya que puede causar confusiones y malentendidos.

El término “anfibología” nos llegó desde el latín "amphibologia" y a este desde el griego "amphíbolos", cuyo significado era "ambiguo".

Algunos ejemplos de anfibología son: “El perro de mi vecino” (no se sabe si el vecino tiene un perro o se está diciendo que el vecino es un vago); “Luis te vio corriendo por la calle” (¿Quién iba corriendo? ¿Luis, la otra persona o los dos?); “Se vende cuna para niños de madera” (¿Quién o qué es de madera? ¿el niño o la cuna?).

Pleonasmo

Pleonasmo, por otro lado, es el uso redundante de una palabra o grupo de palabras en una oración. Es decir, se utiliza una palabra que ya se ha mencionado o se entiende por el contexto, generando oraciones más largas de lo necesario. Es importante tratar de evitar el pleonasmo para no caer en redundancias y hacer la escritura o comunicación oral más concisa.

Un par de ejemplos de pleonasmos son: "Subir arriba" (la palabra "subir" ya implica que la acción se está llevando a cabo hacia arriba); "Entrar adentro" (el "entrar" ya implica la acción de ir hacia adentro).

Etimológicamente el término proviene del latín tardío “pleonasmus” y este del griego “pleonasmos”, significando ya desde su origen “sobreabundancia” y “exageración”.

Solecismos

Finalmente, los solecismos son errores gramaticales o sintácticos en una oración que pueden afectar tanto a la claridad como a la coherencia de una oración. Hay varios tipos de solecismos, como los sintácticos, que se refieren a la estructura de una oración, los semánticos, que se refieren al significado de una oración, los morfosintácticos, que involucran tanto la forma como la estructura de las palabras y los pragmáticos, que son errores relacionados con el contexto y el uso de la lengua. Estos pueden ser causados por una mala comprensión de las reglas gramaticales o la falta de atención al escribir y/o hablar.

Ejemplos de solecismos pueden ser: “Me se olvidan las cosas”, cuando en lo correcto es “Se me olvidan las cosas”; “La plancha a vapor es un gran invento” siendo correcto “La plancha de vapor es un gran invento”; "La película estuvo muy buena" en lugar de "La película estuvo muy bien"; o decir “Ponte detrás mío”, cuando lo correcto es “Ponte detrás de mí”.

El origen etimológico de la palabra “solecismo” lo encontramos en el latín “soloecismus” y a este llegó desde el griego “soloikismós” significando literalmente “hablar incorrectamente”.