Los combates en el este de Ucrania continúan intensificándose. Aunque lento, el objetivo ruso de hacerse con la ciudad de Bajmut avanza. Ucrania sufre a diario los embistes de Rusia y los mercenarios del Grupo Wagner. Pese a estar fuertemente defendido, los avances de las últimas semanas han puesto en alerta a Ucrania, que ha decidido dar un cambio a su mando en la región. Este lunes el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha cesado al comandante de las Fuerzas Conjuntas en la región del Donbás. El mismo día que un nuevo ataque ruso ha provocado la muerte de varios civiles en el oeste del país.

Los detalles y los motivos de esta decisión no han trascendido. La Presidencia ucraniana se ha limitado a publicarlo en su web un breve decreto de Zelenski que contempla el cese de Eduard Moskaliov, quien ocupaba el cargo desde marzo de 2022, pocos días después del inicio de la invasión.

En el terreno, las tropas rusas redoblaron este domingo sus ataques contra Bajmut, un nudo de comunicaciones en el este de Ucrania que se encuentra a 55 kilómetros al noreste de la ciudad de Donetsk y está comunicada por carretera con Kramatorsk y Sloviansk, las mayores ciudades de la región bajo el control ucraniano. 

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"De momento no hay signos de que el régimen de Kiev haya comenzado a retirar a sus combatientes y a salvar sus mermadas unidades", ha afirmado este domingo el líder prorruso de la región de Donetsk, Denís Pushilin. Según el mando ruso, las tropas ucranianas que defiende Bajmut se encuentra prácticamente rodeadas, ya que el Ejército ruso controla los accesos norte, sur y este de la ciudad, mientras el oeste está al alcance de su artillería.

Junto con las tropas regulares rusas se encuentran combatiendo los mercenarios del Grupo Wagner. Este sábado, el oligarca ruso fundador de esta compañía, Yevgueni Prigozhin, anunció que sus destacamentos de asalto han capturado la pequeña aldea de Yahidne, que se encuentra a tres kilómetros del centro de Bajmut. Sin embargo, esto no ha sido confirmado por el Ministerio de Defensa de Rusia, con quienes, pese a combatir juntos, mantienen una tensa relación de acusaciones mutuas desde hace meses.

Según el Gobierno de Kiev, la resistencia que ofrecen las tropas ucraniana en ese sector del frente no solo permite desgastar las fuerzas rusas, sino también preparar una contraofensiva. El jefe adjunto de la inteligencia militar ucraniana, Vadim Skibitskiy, indicó que en la primavera europea de este año el Ejército de Ucrania estará preparado para lanzar una contraofensiva, que dependerá de muchos factores, incluidos los suministros de armamento occidental. Uno de los objetivos de la contraofensiva es "abrir una brecha en el frente sur ruso, entre Crimea y Rusia continental", dijo Skibitskiy.

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Varios muertos en un nuevo bombardeo ruso

Mientras esto ocurría en el este, en el otro extremo del país, en la ciudad de Jmelnitski, un nuevo ataque ruso volvía a dejar varios muertos. El balance de muertos se ha elevado al mediodía de este lunes a dos personas, uno de ellos es un trabajador de los equipos de rescate.

El gobernador de Jmelnitski, Serhiy Gamalii, ha indicado que "los doctores no han podido salvar la vida de otro héroe, un rescatistas. Condolencias a los familiares y amigos del fallecido". Así mismo, el alcalde de la ciudad, Oleksander Simchishin, ha indicado en la mañana de este lunes que cuatro personas han resultado heridas y que "varios edificios han resultado dañados" tras haberse provocado incendios.

El ataque durante la noche del domingo se ha realizado con 14 drones kamikaze de fabricación supuestamente iraní, de los cuales once de ellos han sido derribados por parte del sistema de defensa de Ucrania, según ha informado el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.