La historia tiene su miga pues, siendo quisquillosos, Lady Gaga sí que tendría que pagarle medio millón de dólares a la mujer que le devolvió a sus perros, Koji y Gustav, ambos bulldogs franceses. La cantante aseguró que daría esa cantidad a cualquier persona que se los trajese de vuelta "sin hacer preguntas" ("no questions asked"). El problema es que la mujer que se los trajo tenía conexiones con quienes se los habían llevado.

Según ha podido saber el portal de noticias norteamericano TMZ, Jennifer McBride afirma que la cantante de Poker Face, de 36 años, dejaba muy claro en su anuncio buscando a sus cachorros, publicado en febrero de 2021 a través de sus redes sociales, que pagaría 500.000 dólares a quien se los trajese ilesos y que no quería saber nada más.

Algo que McBride hizo dos días después de que Koji y Gustav le fueran arrebatados a su cuidador a punta de pistola. Además, recuerda hasta el lugar en el que tuvo lugar la devolución: el 26 de febrero en la comisaría de la Comunidad Olímpica del Departamento de policía de la ciudad de Los Ángeles.

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Sin embargo, muy poco después McBride era acusada de estar relacionada con el robo y ser cómplice del crimen, por lo que era detenida. La policía descubrió que estaba saliendo con el padre de uno de los hombres responsables del atraco. Además, como no se opuso al cargo de recepción de propiedad robada, la pena impuesta fueron dos años de libertad condicional.

Ahora, no solo está buscando esos 500.000 dólares, sino que quiere que la justicial, al darle la razón, triplique esa cantidad, hasta el millón y medio, aduciendo que la artista publicó una recompensa "engañosa", dado que sí que finalmente ha hecho preguntas antes de dar el dinero.

No hay que olvidar que lo principal del atraco fue que el joven Ryan Fischer, el paseador que llevaba a los 3 cachorros de Lady Gaga aquel 24 de febrero, fue asaltado por varios hombres que bajaron rapidísimo de un coche y que durante el robo llegaron a dispararle.

Fischer, tendido en la acera pidiendo ayuda, sobrevivió a sus heridas, si bien antes pasó bastante tiempo en el hospital. James Howard Jackson, quien según la policía fue el hombre que disparó, no refutó el cargo de intento de asesinato y fue sentenciado a 21 años de cárcel.