Exilio, 'bullying', una hermana trans y un padre fugitivo: así ha sido la vida de Pedro Pascal antes del éxito

  • Además, su madre se quitó la vida debido a sus problemas mentales, por lo que él cambió su apellido artístico.
El actor Pedro Pascal, en un evento de 'The Mandalorian', en febrero de 2023.
El actor Pedro Pascal, en un evento de 'The Mandalorian', en febrero de 2023.
Jeff Spicer/Getty
El actor Pedro Pascal, en un evento de 'The Mandalorian', en febrero de 2023.

Hoy en día, Pedro Pascal es sinónimo de éxito, de gran proyecto. The Mandalorian, Juego de Tronos, Narcos, Triple frontera o, la más reciente, la adaptación del videojuego The Last of Us. Allá donde va las cámaras le siguen y sus fans le gritan que es su "daddy" [su "papaíto"], un mote que le encanta. Pero hasta llegar a este momento, una de esas ocasiones de triunfo tardío en la industria hollywoodiense solo a base de constancia, haber hecho algunas amistades buenas y su siempre pizca de suerte, Pascal no había tenido un vida nada sencilla.

Y, además, no lo fue incluso cuando todavía no era consciente de cómo funcionaba el mundo. Sus padres, seguidores acérrimos del presidente Salvador Allende en su Chile natal, tuvieron que exiliarse tras el golpe de estado del general Augusto Pinochet, puesto que habían estado ayudando y dando refugio a la insurgencia comunista contra la dictadura -eran miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria- y ahora se habían convertido ellos mismos en objeto de persecución.

José Balmaceda Riera, médico especialista en fertilidad, y Verónica Pascal Ureta, psicóloga infantil y prima de Andrés Pascal Allende, sobrino de Salvador Allende, se llevaron al pequeño José Pedro Balmaceda Pascal, nacido en abril de 1975, y a su hermana Javiera fuera del país.

Aunque bien podrían haber venido a España dadas las raíces de la familia -la abuela paterna del actor era de Mallorca, así como sus bisabuelos, amén de que otros dos bisabuelos eran de Navarra y País Vasco-, primero entraron en la embajada de Venezuela y, previo paso por Dinamarca, acabaron establecidos en la ciudad de San Antonio, en Texas, Estados Unidos, donde el matrimonio tendría otros dos hijos.

A pesar de que prácticamente ha pasado toda su vida en Estados Unidos, la infancia en aquellos años no fue en absoluto fácil, pues a los suyos se les veía como una familia de inmigrantes, no como exiliados, y el racismo se cebó con ellos. Cuando se mudaron a Orange County, en California, Pedro Pascal vivió "dos años realmente duros, años de mucho bullying", como ha llegado a explicar en alguna ocasión, si bien prefiere no hablar de esa etapa de su vida.

Si lo hace, es acaso para puntualizar un hecho concreto: cuando su madre le apuntó en una escuela secundaria de artes y Pedro se interesó y descubrió esa vía de escape que era el teatro y la interpretación. Poco después vería una representación de Angels in America, obra del dramaturgo y guionista Tony Kushner, que, afirma, le cambiaría la vida. Ya estaba en La Gran Manzana donde se había marchado en 1993 para estudiar interpretación en la Escuela de Artes Tisch de la Universidad de Nueva York, y poco a poco empezó a conseguir algunos pequeños papeles.

Antes, eso sí, pasó por Madrid. Tal y como confesó hace años en una entrevista en El Hormiguero, trabajó como gogó en la noche de la capital y tanto le gustaba que casi se queda a vivir. Sin embargo, prefirió volver y continuar con su carrera para intentar hacerse un hueco. Lo que desconocía Pedro es que sí, triunfaría, pero antes tendría que vivir dos sucesos distintos aunque ambos dolorosos.

Primero, el escándalo de su padre. El Dr. Balmaceda, ya más o menos conocido  por sus innovadores tratamientos de fertilidad, cayó en desgracia en 1995: tanto él como sus socios fueron acusados y demandados por alrededor de 40 expacientes, quienes los señalaban como principales responsables de haber robado sus óvulos y embriones para implantarlos en otras mujeres sin su conocimiento ni su consentimiento. Algunos antiguos pacientes, de hecho, se acabaron demandando entre ellos buscando la custodia de los hijos, cada cual afirmando que eran biológicamente suyos.

Sea como fuere, el resultado fue el mismo: José Balmaceda, su esposa y los dos hijos pequeños salieron de Estados Unidos de regreso a Chile, supuestamente para evitar los juicios penales y otros cargos -también fue acusado en varios grados de fraude postal por facturación de seguros- y pasando a formar parte de su lista de fugitivos del país norteamericano. Pedro -y su hermana, que sí se quedaron en Nueva York- siempre ha sostenido que su padre no hizo nada malo.

Sin embargo, la gran tragedia estaba por acaecer: poco después de que sus padres se separasen, cuando contaba con 24 años, en el año 2000, su madre se suicidó. Este hecho cambiaría por completo la vida y la trayectoria del actor. Eran unos tiempos en los que se había quedado sin agente, su padre había sido detenido en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, para su extraditación -que finalmente no ocurriría-, él apenas podía pagar el alquiler y estaba lidiando con el duelo.

Viendo lo difícil que era para los estadounidenses pronunciar Balmaceda -hasta entonces había sido acreditado como Pedro Balmaceda, como en Buffy, cazavampiros, o como Alexander Balmaceda, que eligió por una de sus películas favoritas, Fanny y Alexander, de Ingmar Bergman-, decidió cambiarse su nombre artístico para homenajear a su madre. Y ya como Pedro Pascal, su suerte cambia.

Aunque al principio sigue haciendo papeles testimoniales y episódicos en series como Sin rastro o Ley y orden, va haciendo amistades: conoce a su ahora gran amigo Oscar Isaac o a una mujer que le cambiaría la vida, Sarah Paulson. Tras sus papeles en Cinco hermanos, The good wife, CSI o Homeland, ya cerca de la cuarentena, Pedro ve recompensado su trabajo cuando Paulson, amiga de la también Amanda Peet, esposa del guionista y showrunner de Juego de Tronos David Benioff, le envía a este la prueba del actor para encarnar a Oberyn Martell en la serie. El resto es historia de la televisión.

Además, el set de la serie basada en los libros de George R.R. Martin le traería a Pedro una de las pocos sonados romances que se le han conocido: aquel que le vinculó a Lena Headey, quien encarnase a Cersei Lannister. Antes, en los 90, solo se le había visto con otra actriz Maria Dizzia, y más tarde ha estado con su compañera de reparto en El mentalista,Robin Tunney. Sin embargo, que se sepa, ahora mismo está soltero.

Después de Juego de Tronos llegarían Graceland, NarcosKingsman: El círculo de oro, Wonder Woman 1984 -segunda vez que estaba en una ficción basada en el personaje, tras una película casi desconocida de 2011- y aquellas por las que hoy en día es una de las grandes estrellas de Hollywood, más las que están por llegar, como el cortometraje basado en los clásicos westerns Extraña forma de vida, bajo la dirección de Pedro Almodóvar.

Una fama que, además, ha utilizado para lanzar siempre varios mensajes de justicia social, especialmente en temática LGTB. Pedro tiene una hermana menor, Lux Pascal, que es una mujer transgénero, también actriz y de quien él se ha mostrado especialmente orgulloso, hablando siempre que puede de cómo ella es un referente para él y de los derechos del colectivo. "Mi hermana, mi corazón, nuestra Lux", escribió en su Instagram en 202, cuando Lux dio a conocer su transición.

Esto, unido a su continuada lucha por darle el poder al pueblo, a sus consignas anticapitalistas y sus reivindicaciones en materias como la lucha antirracista, ha hecho que se convierta en todo un ídolo entre los jóvenes en las redes sociales. Un actor total que, como las grandes historias de Hollywood, ha tenido un final feliz.

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