Estados Unidos sospecha que China enviará armas letales a Rusia mientras Pekín se prepara para publicar su plan de paz

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
EFE
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.

En un contexto de guerra las horas pasan como si fueran segundos y los acontecimientos se agolpan a una velocidad casi incontrolable. Y las versiones, claro, chocan. Estados Unidos sospecha que China se está preparando para suministrar armas a Rusia, destinadas a que las tropas de Vladimir Putin las utilicen en la invasión de Ucrania mientras preparan una nueva ofensiva. En cambio, Pekín tiene sobre la mesa su propio plan de paz que, en teoría, ya ha compartido con Moscú.

Para Washington esta no es una preocupación nueva. El secretario de Estado, Antony Blinken, Blinken afirmó que la Casa Blanca está con la mosca detrás de la oreja desde hace tiempo con que China proporcione armas a Rusia. En este sentido, señaló la promesa del líder chino Xi Jinping al presidente ruso Vladimir Putin de una asociación "sin límites" cuando se reunieron pocas semanas antes de que Putin enviara sus tropas a Ucrania, hace ya un año. Además, la falsa equidistancia del gigante asiático, siempre más cerca de Moscú a la hora de la verdad escama a la Administración Biden.

"Hemos estado observando esto muy, muy de cerca. Y, en su mayor parte, China se ha dedicado a proporcionar apoyo retórico, político y diplomático a Rusia, pero tenemos información que nos preocupa de que estén considerando proporcionar apoyo letal a Rusia en la guerra contra Ucrania", avisó Blinken. Asimismo, EE UU pide a China que no se suba ahora "al tren de Putin" porque "sería como comprar un billete en el Titanic después de haber visto la película".

Las tensiones entre Estados Unidos y China se sostienen durante años, pero se han intensificado en las últimas semanas especialmente con el asunto de los globos espía, sumado al contexto de guerra en Ucrania. Ahora el aviso de Blinken tiene que ver con un apoyo activo de Pekín a Moscú. Por lo que pueda pasar, la Casa Blanca avisa: "Esto supondría un verdadero problema para China en sus relaciones con muchos países, no sólo con Estados Unidos. Así que esperamos y deseamos que se abstengan de seguir ese camino".

El discurso que sale de Pekín es radicalmente diferente y lo que tienen entre manos, dicen, es un plan de paz para el conflicto. El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, acudió este miércoles al Kremlin para exponerle los detalles de esa hoja de ruta que se hará pública, si nada cambia, en los próximos días. "Nosotros apoyamos un mundo multipolar y la democratización de las relaciones internacionales", comentaron desde el Gobierno de Xi Jinping.

Al mismo tiempo, Wang resaltó que la relación bilateral ni va dirigida contra terceros países ni tampoco admite presiones de otras potencias. Según algunos detalles de la propuesta filtrados a la prensa, el borrador de la iniciativa de paz china incluiría la defensa de la integridad territorial, un llamamiento al cese de las hostilidades y a la protección de las instalaciones nucleares en Ucrania, y la oposición al empleo de armas químicas.

Nosotros apoyamos un mundo multipolar y la democratización de las relaciones internacionales

Las primeras reacciones de algunos diplomáticos occidentales a la propuesta de Pekín han sido negativas por el hecho de que no contemple la retirada de las tropas rusas de territorio de Ucrania, que consideran condición indispensable para lanzar un proceso de paz. Hasta ahora China ha defendido la integridad territorial de Ucrania, pero no ha condenado la campaña militar rusa, que incluso ha justificado por la expansión de la OTAN. Entre China y Rusia, por estrategia de ambos y porque forman parte del mismo frente en un mundo otra vez bilateral, existe una especie de velcro que no se despega pese a la tibieza de Pekín en muchos momentos.

En ese escenario, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mantiene la mano tendida y ha valorado positivamente que el gigante asiático haya comenzado a hablar de la situación en Ucrania y se ha mostrado abierto a una reunión que sirva, entre otras cosas, para debatir el plan de paz que Pekín tiene previsto poner sobre la mesa. "Nos gustaría reunirnos con China", ha subrayado Zelenski, quien ha sugerido que ya hay contactos diplomáticos al respecto y sin aludir directamente a su homólogo, Xi Jinping. En los últimos días, varios medios han apuntado la posibilidad de que Xi visite Moscú próximamente. 

No obstante, Ucrania critica la versión de China de que muchas de las armas que estén recibiendo de Estados Unidos proceden del contrabando y ha pedido al país asiático que "se guíe únicamente por los hechos" y "no sea instrumento de la propaganda rusa" en el marco de la guerra. "Rechazamos categóricamente las insinuaciones sobre el presunto contrabando de armas occidentales a Ucrania", ha expresado el portavoz de Exteriores, Oleg Nikolenko, quien ha enfatizado en que el Estado ucraniano dispone de "un sistema moderno y eficaz de control de armas"

"Este sistema tiene múltiples niveles y elimina completamente cualquier posibilidad de retirada ilegal de armas", ha dicho Nikolenko. "En cambio, Rusia invierte numerosos recursos en desinformación para socavar la asistencia militar internacional de Ucrania", ha apuntado. Mientras, las versiones de EE UU y de China chocan frontalmente, y solo uno de los dos puede tener razón.

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