Entrevista

Pablo Echenique: "Es imposible transformar la sociedad sin mancharse las manos"

Entrevista a Pablo Echenique.
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en la redacción de '20 Minutos'.
JORGE PARÍS
Entrevista a Pablo Echenique.
Pablo Echenique, en la redacción de 20minutos.
JORGE PARÍS

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, está en plena gira de promoción de su autobiografía, Memorias de un piloto de combate (Arpa), que salió a la venta el pasado miércoles. Acostumbrado a no parar quieto pese a ser "cascao", como él mismo se autodenomina por su discapacidad, Echenique visitó la redacción de 20minutos para hablar de sus vertiginosos nueve años en política, de la actualidad y también de su día a día con una enfermedad que, asegura, le obliga a utilizar "trucos" para poder hacer su trabajo.

Ha titulado su libro 'Memorias de un piloto de combate'. ¿El Congreso es una guerra?Tiene más que ver con mi personalidad. Para hacer política que aspira a tocar los privilegios de gente muy poderosa no puedes evitar el combate. No es algo que te apetezca o que te guste, sino que es una necesidad.

¿Todo el mundo da esas batallas?Siempre ha habido gente que no. El poder no tiene ningún problema porque exista una izquierda, siempre que esté más o menos domesticada. 

¿A quién se refiere?No me haga poner nombres, que en el libro ya pongo suficientes [risas]. La gente no es boba y se da cuenta perfectamente de quién está dispuesto a ser atacado por decir las cosas como son y quién, cuando hay un debate difícil, renuncia a darlo para tener un trato mediático mejor.

Lleva solo nueve años en política. ¿Ya tiene material para unas memorias?Nunca es el momento perfecto. Pensé en escribirlas, sobre todo, a raíz de la marcha de Pablo [Iglesias], que en Podemos es un cambio de ciclo. Y después me convencieron de que era más interesante contar mi vida y, a partir de ahí, también contar la historia de Podemos.

Cuenta en el libro cómo fue viendo poco a poco que se acercaba la salida de Pablo Iglesias de la política. ¿Lo toma como un ejemplo o aún le queda fuelle?La verdad es que no lo sé. Sé que no voy a estar en política muchos años más, pero no sé cuánto tiempo todavía. Está todo muy abierto: la reconfiguración de nuestro espacio político, la pregunta de si vamos a reeditar el Gobierno de coalición... Eso va a definir de forma inevitable el futuro de cualquier persona que estemos en estos momentos en primera línea.

Si no reeditaran Gobierno, ¿sería el momento para retirarse?Posiblemente. Habría que verlo. Nosotros hemos sido oposición en el Congreso cuando gobernaba Rajoy, pero es verdad que en esa legislatura Rajoy no tenía mayoría. ¿Cómo es hacer oposición a un Gobierno del PP y Vox con mayoría? Si eso pasa, el futuro de cualquiera de nosotros habrá que revisarlo.

"Sé que no voy a estar en política muchos años más, pero todavía no sé cuánto tiempo"

¿Cómo es el día a día de un portavoz "cascao", como dice usted, en el Congreso?No quiero sentar cátedra porque cada persona con discapacidad es distinta. Pero lo que a mi me ha permitido tener una vida medianamente activa es buscar trucos para hacer las cosas. Tengo un 'prompter' en la tableta, escribo con el ratón con un teclado en pantalla, utilizo el dictado de voz, y muchas veces tengo que memorizar cosas que otra gente puede llevar en tarjetas. Lo que empieza a dar un poquito de vergüenza es que todavía no hemos conseguido que el Congreso adapte mi escaño.

Usted cuenta que en las Cortes de Aragón su asiento sí estaba adaptado, pero en el Congreso tiene que sentarse en el foso. ¿Lo ha hablado con la presidenta Meritxell Batet?Sí, pero ella es muy formalista y siempre es reticente a tomar decisiones políticas. Pero hablamos de algo que va más allá de informes técnicos sobre la modificación del patrimonio histórico. Se trata de hasta qué punto una tribuna de madera es más importante que el hecho de que pueda haber un diputado en silla de ruedas que pueda llevar a cabo su trabajo en igualdad de condiciones.

Su imagen en la tribuna es seria, pero en el libro escribe con socarronería. ¿Falta humor en el Congreso?[Sonríe] Sí, sí, falta humor. El humor es buenísimo para todo en la vida, y en la política también. El humor es un disolvente de la solemnidad, que es un artefacto comunicativo que básicamente sirve para proteger al poder. Y si algo nos conviene a los nadie, a los de abajo, a la gente trabajadora, a la parte plebeya de la sociedad, es eliminar las protecciones que tiene el poder. Me parece una herramienta comunicativa fundamental y ojalá se usara más en el Congreso.

Como físico, ¿dónde fallan más los experimentos: en la ciencia o en la política?La ciencia está muy basada en el error, y en política los fallos son numerosos también. Pero creo que la política es más difícil que la ciencia, más compleja, y eso es un reto intelectual. Yo tengo un montón de preguntas que no sé contestar, como por ejemplo por qué vota la gente.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Pablo Echenique. Secretario de Acción de Gobierno, Institucional y Programa de Podemos
Pablo Echenique, durante la entrevista
JORGE PARÍS
"Empieza a dar un poquito de vergüenza es que todavía no hemos conseguido que el Congreso adapte mi escaño"

En el libro insiste en que los ataques mediáticos a Podemos les han dañado. ¿Ustedes no han cometido errores?Evidentemente, no todo es desgaste mediático. Las peleas internas que tuvimos nos hicieron mucho daño: lo cuento en el libro con todo lujo de detalles. Pero también hemos visto más de un año fascistas en la puerta de la casa de Pablo [Iglesias], hemos visto juicios sin pruebas que se alargan durante años y que llenan tertulias de acusaciones turbias que son mentira.

De esa gente con la que ha compartido militancia y que ya no está en Podemos, ¿echa de menos a alguien?Sobre todo, al equipo que tuve la suerte de tener en Aragón. Ahí había gente de Anticapitalistas, como el que fue mi secretario de organización, y son gente a la que tengo muchísimo respeto, aunque hayamos tenido diferencias estratégicas.

¿Y cree que debería haber una entente con Íñigo Errejón?Yolanda [Díaz] lo va a intentar, y nosotros estamos dispuestos a que se haga ese intento. Íñigo y su gente intentaron controlar Podemos sin tener una mayoría democrática que los respaldase. Pero, una vez se montan un partido nuevo, hablar entre nosotros es más sencillo.

¿Mejor cada uno en su casa?Claro, pero es que es lo lógico. Es como Teresa Rodríguez, que quería dirigir y se montó su partido. Es legítimo hacerlo, lo que no es legítimo son otras cosas.

Critica usted que se denoste a los partidos en favor de las "plataformas". ¿Tiene a alguien en la cabeza?El discurso antipartidos es muy suculento, porque es como decir "que se vayan todos", pero no todos los partidos son iguales. Te constituyas como te constituyas para las elecciones, al final tus cargos van a cobrar un salario, vas a recibir la subvención electoral, vas a recibir la subvención de funcionamiento y vas a estar inscrito en el Ministerio del Interior. ¿Cuál es la diferencia entre una plataforma y un partido?.

Pues Sumar hace bandera de no ser un partido.Yolanda [Díaz] tiene el carné del PCE y entiende lo que significan los partidos, más allá de la táctica comunicativa o electoral.

"El discurso antipartidos es muy suculento, pero no todos los partidos son iguales"

Usted fue uno de los negociadores del pacto de Gobierno con el PSOE . ¿Qué balance hace tres años después?Positivo, sin duda. Se han roto un montón de tabúes en este período: quién hubiera pensado que el PSOE le iba a poner un impuesto a la banca, un impuesto a las energéticas o un impuesto a las grandes fortunas, que iba a intervenir el mercado eléctrico o el de la vivienda.

¿Ha merecido entonces la pena tragarse ‘sapos’?Es imposible transformar la sociedad si uno no está dispuesto a mancharse las manos. Las posiciones que dicen que de momento hay que esperar porque no podemos entrar en un gobierno con el PSOE, porque eso mancha nuestra pureza ideológica, son lícitas, pero no van a cambiar la realidad. Y la gente más vulnerable tiene prisa.

Dice que en diez minutos de negociación queda claro si el interlocutor quiere o no un acuerdo. ¿Por qué no se llega a uno para reformar la ley del sí es sí?De momento, y lamentablemente, porque el PSOE no quiere. Ojalá eso cambie en los próximos días, pero cuando rompes unilateralmente la negociación, presentas una propuesta de ley casi igual a la del PP y, cuando la ministra de Igualdad te pide una reunión, no se la das... blanco y en botella. 

¿Qué le parecen las críticas del Tribunal Supremo a la eliminación del delito de sedición en la sentencia sobre Oriol Junqueras?Creo que estamos ante un nuevo caso en el cual una parte del poder judicial quiere mandar un mensaje al Gobierno y al presidente: "aquí mando yo". Y no ocurre solamente en esta materia, también pasa con esa minoría de jueces que están aplicando mal la ley del 'solo sí es sí'. "Ustedes pueden hacer leyes en el Parlamento, incluso pueden formar Gobierno, pero cuando llega la hora de poner la sentencia, aquí mando yo".

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