Hay que reconocer el mérito que tiene la derecha de tener tan poca vergüenza. Creo que es una habilidad a la que le sacan rentabilidad, por mucho que el resto lo veamos como un defecto. Vamos por partes.

Lo primero de todo, creo que era necesaria una nueva ley de carácter, fondo y forma feminista. España se convirtió en pionera durante la etapa de Zapatero en los avances sociales y, en particular, en avances feministas. Avances que siempre encontraron el voto en contra del PP, siempre. De la derecha española no se tiene constancia de haber liderado una consolidación de nuevos derechos, pero tampoco se recuerda un voto a favor cuando han estado en la oposición.

Tampoco con la denominada ley del ‘solo sí es sí’. Su voto y su crítica han ido dirigidas a evitar la aprobación de dicha ley en su totalidad. Fue a raíz de los primeros casos de rebajas de condenas cuando comenzaron a soltar un nuevo bulo con el que alimentar a la sociedad más ultra y machista de sus votantes.

El bulo consistía en decirle a la sociedad que el PP ya avisó de las posibles rebajas. Pues bien, no tengo ni idea de a quién avisaron, dado que en el debate parlamentario y en las ruedas de prensa jamás mencionaron dicho problema. Jamás. Pero si no tienes vergüenza, pues puedes tratar a la gente como a una sociedad de ignorantes. Y en ello andan.

Lo cierto es que la ley es una buena ley, una ley necesaria para ampliar el marco de protección y prevención de la violencia machista. Una ley que protege tanto a las mujeres que denuncian como a aquellas que no lo han hecho todavía. Una ley que pone el consentimiento en el centro de la norma y que seguirá haciéndolo.

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Sin embargo, y tras los casos de rebajas de condena, los socialistas hemos presentado una reforma técnica para evitar esas rebajas indeseadas que tanto daño pueden hacer a las víctimas.

Ante un problema se presenta una solución. Ya va siendo hora de que el PP haga lo mismo, porque hasta ahora su única contribución es crear problemas a las soluciones.