La ruptura de Mario Vargas Llosa con Isabel Preysler sigue generando ríos de tinta y cientos de comentarios en los corrillos, las peluquerías y las redes sociales. Esta semana, en la que el Premio Nobel ha pasado a formar parte de la prestigiosa Academia Francesa, su exmujer, Patricia Llosa, ha cobrado un protagonismo especial.

Patricia Llosa vuelve a estar en el candelero

Fue el pasado jueves cuando el escritor peruano pasó a ocupar el sillón 18 de los 40 disponibles para autores ilustres en una celebración que tuvo una tremenda lista de invitados. Hasta el Anfiteatro del Instituto Francés de París acudieron amigos del literato como el rey emérito y la infanta Cristina y, por supuesto, su familia.

Vargas Llosa, arropado por su exmujer, Patricia Llosa, y sus tres hijos en su acto de ingreso a la Academia Francesa

Acompañado en primera fila por quien fuese su mujer durante más de 50 años y apoyado también por sus nietos e hijos (Álvaro, Gonzalo y Morgana), Vargas Llosa celebró su ingreso en la Academia Francesa con un discurso de 63 minutos que aunque fue muy alabado, a su exmujer, que lo ensayó con él los días previos, parece habérsele hecho algo pesado.

Una reconciliación que parece evidente

La reconciliación entre la pareja, que parece ser más que evidente después de haberles visto posando juntos ante los medios en el cóctel previo a la celebración, podría no estar sentando nada bien a Isabel Preysler que, casi al estilo Shakira, estaría aireando algunos datos incendiarios hasta ahora ocultos sobre su romance.

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Y claro, al ser preguntada por la prensa, Patricia Llosa acaba un poco hasta las narices de sentirse, una vez más, en el foco mediático sin comerlo ni beberlo. ¿Qué pasará en el futuro de esta pareja? ¿Aprenderá Patricia Llosa a sobrellevar la presión?

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