Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han abogado este viernes por movilizar con urgencia más "fondos y medios" comunitarios para reforzar la "protección" de la frontera exterior común mediante "recursos e infraestructuras", sin aclarar su alcance, en pleno pulso entre los países que como Austria o Grecia reclaman dinero europeo para costear la construcción de vallas y otros que, con el respaldo de Bruselas, abogan por invertir en otros instrumentos de control.

En el texto final consensuado entre líderes tras varias horas de discusión en la cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas, los gobiernos emplazan a la Comisión Europea a "movilizar inmediatamente fondos europeos sustanciales y medios para apoyar a los Estados miembro en el refuerzo de la protección de recursos e infraestructuras para la protección de la frontera".

Los gobiernos enumeran entre las posibilidades medios de "vigilancia aérea" y equipos y piden a la Comisión Europea que "finalice rápidamente" la Estrategia Europea de Gestión Integrada de Fronteras.

En este contexto, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha insistido en que es fundamental que los Veintisiete logren un acuerdo sobre el Pacto de Migración de aquí a un año, aunque entre tanto se aceleren medidas "operativas" que se puedan poner en marcha cuanto antes.

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Von der Leyen ha explicado, además, que se perfilan dos proyectos piloto que combinarán "financiación europea, bilateral y nacional" para una mejor gestión, incluido con "infraestructuras móviles e inmóviles", por ejemplo, ha dicho, torres de vigilancia, sistemas de vigilancia digital e instalación de cámaras; así como para agilizar los procedimientos de registro y retornos.

Los 27, asimismo, piden al Ejecutivo comunitario que financie medidas con las que los Estados miembro contribuyan "directamente" al control de la frontera exterior común, "tales como proyectos piloto de gestión de fronteras y el refuerzo del control de frontera en países clave para el tránsito de rutas hacia la UE".

Planes de acción para "todas" las rutas irregulares

"Sabemos que no hay una medida milagrosa que resuelva (la presión migratoria)", ha dicho el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa al término de la reunión de líderes en la que también ha incidido en que las conclusiones del encuentro apuntan soluciones inmediatas "muy operacionales" en las que deberán trabajar los socios en las próximas semanas.

Entre ellas, el desarrollo de planes de acción específicos para "todas" las rutas irregulares de entrada a suelo comunitario, lo que, además de los ya presentados para los Balcanes occidentales y el Mediterráneo oriental, implica iniciativas a medidas para las rutas hacia España, como la Atlántica y la Mediterránea occidental.

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Los socios validan las líneas maestras de las propuestas recientemente planteadas por el Ejecutivo comunitario, por ejemplo agilizar las deportaciones de los migrantes que no tengan derecho a protección internacional mejorando los procedimientos de la UE -para que una orden de expulsión dictada en un Estado miembro sea aplicable en el resto_o mejorar la cooperación con países de origen y tránsito , incluido ofreciéndoles recursos para mejorar su control y abrir vías legales.

La política de visados es otra clave de la dimensión exterior del control migratorio a ojos de los líderes, que advierten de que países vecinos como los de los Balcanes deberán alinear sus políticas de visados con los de la UE para mantener la liberalización y también insisten en usar la restricción de visados como medida de presión para los países terceros que no colaboren.

Asimismo, reconocen las "especificidades" de las fronteras marítimas, incluido en lo que al salvamento se refiere, y apuntan la necesidad de reforzar la cooperación en las actividades de búsqueda y rescate.