Reportaje 

Las sospechosas listas de deseos cumplidos en Ucrania o la otra guerra de Zelenski contra la corrupción

Kolomoisky, durante el registro de su vivienda.
Kolomoisky, durante el registro de su vivienda.
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Kolomoisky, durante el registro de su vivienda.

¿Con qué sueña la jefa en funciones del servicio fiscal de la capital de un país? La tradición de escribir listas de deseos para la Nochevieja se ha convertido en uno de los puntos de discusión en Ucrania. En uno de esos trozos de papel, en el año 2021, la alta funcionaria de la Hacienda ucraniana escribió que quería ascender, ganar un millón de euros y recibir un Breguet, un reloj suizo de lujo. Los sueños se han cumplido en parte porque, el pasado 1 de febrero, la Oficina Estatal de Investigación registró su casa y filtró a la prensa esa lista de deseos. Los periodistas aún discuten los aspectos éticos de esta publicación, de la intervención del estado en el espacio privado. Pero, en este caso, el problema no ha sido los sueños de la dirigente… sino la manera en que se han cumplido. La redactora jefa del diario Ukrainska Pravda escribió que, además de esos caprichos que ambicionaba y que dejó por escrito, la Oficina Estatal de Investigación le encontró activos no declarados por una cantidad de 1,4 millones de dólares.

En vísperas de la cumbre con la Unión Europea, que se celebra hoy en la capital, el gobierno de Ucrania y el presidente Volodimir Zelenski se han mostrado preparados para tomar medidas drásticas contra uno de los grandes enemigos internos: la corrupción. Días antes del foro, Zelenski despidió a una serie de altos funcionarios ucranianos en medio de un creciente escándalo de corrupción relacionado con la adquisición de suministros en tiempo de guerra, en la mayor reorganización de su gobierno desde que comenzó la invasión rusa.

El 1 de febrero se convirtió en el día de los registros en las casas de altos funcionarios y de oligarcas ucranianos. La policía registró el domicilio del exministro del Interior Arsen Avakov como parte de una investigación sobre la compra de helicópteros de la empresa europea Airbus. Además, también entró en la casa del empresario Igor Kolomoisky, una de las personas más ricas de Ucrania y aliado del presidente Zelenski, en el marco de una investigación sobre delitos financieros. Los mensajes informativos y los memes con el oligarca en chándal han llenado las redes sociales del país.

El billonario ucraniano Igor Kolomoisky, durante un partido de fútbol hace unos años
El billonario ucraniano Igor Kolomoisky, durante un partido de fútbol hace unos años
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El resultado de aquella jornada fue una veintena de despidos, detenciones y decisiones judiciales. Entre ellos, se relevó a toda la cúpula de la gestión aduanera, con el despido del jefe interino del Servicio de Aduanas y del primer jefe del Servicio adjunto. Impresionan las cantidades de dinero que figuran en estos casos, pero aún lo hace más el cinismo de algunos políticos de un país en guerra. Así, la Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción, basándose en "los resultados del seguimiento del estilo de vida" de Pavlo Khalimon, hasta ahora diputado del partido de Zelenski, encontró indicios de un delito penal de corrupción. Entre otras excentricidades, Khalimon había comprado una lujosa finca en el centro de la capital valorada en millones de grivnas. Una vez que se reveló esta información, fue excluido del partido.

"La corrupción mata, y en tiempos de guerra, mata de forma masiva y rápida. Si algunos de los narcisistas en el poder han perdido su instinto de autoconservación, nuestra tarea es devolverles la cordura. De lo contrario, arrastrará a todo el país..", escribió Oleksandra Matviichuk, premio Nobel de la Paz. 

La sociedad ucraniana, y especialmente los militares que se juegan la vida por defenderla, es mucho menos tolerante con los que protagonizan delitos de corrupción. "Estamos luchando por Ucrania. Pero no por la que hubo. Por una nueva. Llegará el momento de parar de luchar y construir para la gente que lo valora". Es la opinión de uno de los soldados sobre los casos de la gente que intentó pagar un soborno para cruzar la frontera del país.

La corrupción sigue estando extremadamente extendida en Ucrania, pero los esfuerzos de combatirla no paran a pesar de la guerra. La integración en la Unión Europea, y el alto precio que está pagando el país por su futuro es una motivación potente para acelerar las reformas.

El origen

Las prácticas corruptas están vinculadas con el proceso de transformación democrática del país. Igual que la mayoría de los países post-soviéticos, Ucrania experimentó en los años noventa la consolidación de un sistema oligárquico, o una fusión rara entre las élites económicas y políticas, encabezada por el presidente Leonid Kuchma. El mandatario no estableció su autoridad a través de la ideología o el estado de derecho, sino por una extensa red del patronaje personal, la distribución de favores y el acceso privilegiado a recursos económicos. Las reformas se estancaron porque el liderazgo no estuvo interesado en los cambios y la transparencia

El problema existía no solo entre las élites del país, sino también en la sociedad ucraniana: en los sobornos en las universidades, los hospitales… hasta los trenes en los que se podían conseguir billetes a través de un proceso de negociación. Cada gobierno incluía la lucha contra la corrupción en su programa electoral, pero no hubo forma de combatirla definitivamente. La situación llegó a ser catastrófica. En 2013, Ucrania ocupó el puesto 144 de 175 países en el Índice de Percepción de la Corrupción calculado por la organización Transparencia Internacional.

Un año después, la revolución del Maidán fue el cambio radical que dio el empujón para comenzar las reformas democráticas del país. Tras pasar tres meses de invierno en las plazas, esa generación pintó una frontera invisible que separaba a Ucrania de vecinos como Bielorrusia. También fue uno de los errores de cálculo más grandes de Putin en esta guerra. En 2014, los manifestantes del Maidán sacaron ropa de esquí y construyeron barricadas en Kiev. En 2022, han sacado velas y generadores. La autoorganización en las ciudades, el sistema de voluntariado y recaudación de fondos -hasta las instrucciones de fabricación de cócteles de Molotov preparados en las comunidades de vecinos contra los tanques rusos-… todo ello proviene de 2014. Tras la revolución, la sociedad se dio cuenta de que no se podía dejar el país en ese estado.

Ucrania creó un sistema anticorrupción totalmente nuevo. Sus principales órganos son la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU), cuyos inspectores identifican e investigan la corrupción de funcionarios públicos, diputados, jueces y otros altos cargos; la Fiscalía Anticorrupción, que presenta cargos formales contra los sospechosos y representa los intereses del Estado ante los tribunales; y el Tribunal Superior Anticorrupción, que juzga a los sospechosos. También existe la Agencia Nacional de Prevención de Corrupción, que se dedica a lanzar mensajes para fomentar la intolerancia de la ciudadanía ante estos comportamientos.

El registro de las declaraciones es una de las herramientas más avanzadas contra la corrupción en el mundo, y el orgullo de los órganos de anticorrupción. Su creación se ha convertido en una anécdota en los corredores de la agencia, cuando la ministra de Integración encerró a alguno de los mejores especialistas y programadores durante unos meses en el gabinete para crear una herramienta para sustituir el papeleo. En los últimos años, la herramienta ha mejorado y se ha actualizado. La creación del sistema electrónico de contratación pública Prozorro fue una importante reforma anticorrupción: en este sistema, las empresas estatales y municipales licitan para la adquisición de bienes, obras y servicios, y los representantes de las empresas compiten de forma transparente para proporcionar estos bienes y servicios al Estado.

El ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov (izquierda), en una imagen de archivo junto al jefe del servicio fiscal del país en 2017, Roman Nasirov
El ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov (izquierda), en una imagen de archivo junto al jefe del servicio fiscal del país en 2017, Roman Nasirov
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Pero todos los proyectos y las herramientas más avanzadas requieren un ingrediente muy importante: la voluntad política. Los procedimientos en casos contra corrupción de alto perfil están llevando mucho tiempo, según activistas de la sociedad civil. Quizás por eso, en los últimos ocho años, Ucrania sólo ha conseguido ascender unos 20 puestos en el Índice de Percepción de la Corrupción. Es difícil considerarlo un gran avance, ya que actualmente tan solo ocupa el puesto 122 en un listado de 180 países.

La guerra

La guerra se ha convertido en un factor grande en la agenda anticorrupción de Ucrania. Primero, porque paró el proceso de declaración. Eso tuvo sentido al principio de la invasión. Antes del 24 de febrero, Rusia lanzó varios ataques contra las páginas web estatales y sistemas electrónicos de Ucrania. En los primeros días de invasión, se cerró el acceso a todos los datos para no dejar acceso al enemigo a la información sensible, como las direcciones, la propiedad y los miembros de la familia de las personas que trabajan para el gobierno. Las oficinas se trasladaron al oeste del país y, posteriormente, después de la desocupación de la región de Kiev, las devolvieron a la capital. En los momentos de peligro, la seguridad -y no los procesos democráticos- se convierten en la prioridad, pero algunos políticos corruptos lo interpretan como su momento. Ahora, Alina Mykhailova, una de las diputadas de la capital y de las mujeres más famosas del ejército ucraniano, ha lanzado una petición para abrir el registro.

Oleksandr Novikov, el jefe de la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania, afirma que la reintroducción de las declaraciones de bienes en tiempo de guerra "es una prueba de que Ucrania está comprometida con sus obligaciones internacionales y en vías de ingresar en la Unión Europea". También añade que es importante reanudar la presentación de declaraciones, "ya que los riesgos de ocultación de activos con el pretexto de la guerra son extremadamente elevados, como demuestran los acontecimientos de los últimos días. Al mismo tiempo, se cerrará la parte pública del registro, por lo que no hay peligro de que se utilicen datos personales a través de la renovación".

La corrupción no desaparece en la oscuridad ni durante los bombardeos

En muchas organizaciones anticorrupción, la capacidad de dedicarse plenamente al trabajo se ha reducido considerablemente. El 20% de los investigadores de la NABU se unieron al ejército. De los 40 fiscales de la fiscalía anticorrupción, 12 fueron al frente. Los 18 funcionarios de la Agencia Nacional se alistaron a las Fuerzas Armadas, y tres de ellos fallecieron. Novikov comenta que los órganos anticorrupción siguen trabajando durante la guerra, ya que la corrupción no desaparece en la oscuridad ni durante los bombardeos. En los seis primeros meses de 2022, los organismos anticorrupción presentaron ante los tribunales acusaciones contra 61 sospechosos, un 40% más que en el mismo periodo de 2021.

Ucrania se convirtió oficialmente en un Estado candidato a la UE el año pasado, pero Bruselas ha dejado claro que Kiev deberá intensificar su lucha contra la corrupción si quiere convertirse en miembro de pleno derecho. También en el último año la sociedad ha hecho lo posible y lo imposible para defender a su nuevo país, y ya no acepta reformas que sean solo de fachada. Quieren sentencias y acciones concretas. El 1 de febrero demostró que Kiev va en serio contra la corrupción. Las primeras batallas quedaron atrás, pero todavía toca ganar dos guerras.

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